Cuando muchos creían que el retorno del embajador de Ecuador a su país marcaba una distensión en la relación bilateral Perú-Ecuador, el presidente Rafael Correa reavivó la confrontación con destempladas declaraciones en las que dejó en claro que si Rodrigo Riofrío no puede volver a Lima, nuestro embajador en Quito, Javier León, tampoco podrá regresar a la capital ecuatoriana.
En el marco de una férrea defensa a Riofrío –a quien calificó como un “profesional a carta cabal”–, Correa sostuvo que sería una “canallada” retirarlo de su legación en Lima cuando –dijo– los videos y partes policiales corroboran que fue él la víctima de una agresión por dos mujeres en un supermercado de Magdalena.
Y aunque reconoció que el embajador “lanzó un puntapié”, se apresuró en justificar su reacción. “No podemos, por conveniencia política o por agendas politiqueras de alcaldes, maltratar la verdad; y si por esto lastimosamente se tienen que afectar las extraordinarias relaciones que tenemos con el Perú, qué pena, pero yo no voy a traicionar a la verdad, y en base a esa verdad respaldaremos a nuestro embajador (..) él no es culpable”, subrayó.
Antes de concluir su perorata, se dio tiempo para atacar a la prensa peruana, a la que tildó de “amarillista, escandalizadora y manipuladora”.
SILENCIO PRESIDENCIAL
Pese a la intemperancia de las expresiones del mandatario de Ecuador, ningún representante del Gobierno peruano se pronunció al respecto. El presidente Ollanta Humala, quien cumplió diversas actividades en la región San Martín, pasó por alto el tema y en declaraciones al canal del Estado prefirió, más bien, lanzarle pullas a su antecesor indicando que en su gobierno “no estamos en obras paralizadas por malos expedientes o corrupción”.
A LA CONGELADORA
Desde la oposición, en cambio, surgieron varias voces de protesta. El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Víctor Andrés García Belaunde, advirtió que tras los comentarios de Correa se producirá un congelamiento en la relación Perú-Ecuador, pero no se animó a pronosticar durante cuánto tiempo podría extenderse esta situación.
El excanciller Luis Gonzales Posada, por su parte, acusó a Correa de pretender crear una crisis diplomática “absolutamente innecesaria” olvidando que el “mal comportamiento” lo tuvo su representante diplomático en Lima. “El Perú no puede aceptar que el Gobierno de Quito le imponga el libreto. Es muy penoso porque ocurre en circunstancias en que las relaciones bilaterales han ido creciendo sistemáticamente a niveles admirables”, añadió. El presidente del PPC, Raúl Castro, en tanto, señaló que el Perú no debe pasar por alto los ataques de Correa a la prensa.
TENGA EN CUENTA
- El embajador Alfonso Rivero declaró que la inexplicable reacción de Correa pone en evidencia el “pobre manejo diplomático” de la Cancillería peruana.
- El congresista Michael Urtecho demandó un pronunciamiento inmediato del presidente Humala sobre las declaraciones de su homólogo ecuatoriano.
- “Necesitamos escuchar su voz, que abra la boca y hable alto y que nos defienda”, subrayó.
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