Alfredo Ferrero,Al.Mercado
aferrero@peru21.com
El conflicto entre las dos Coreas tiene décadas y es un reto para la nueva presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye. En tanto, Corea del Norte, gobernada por el joven Kim Jong-un, amenaza al mundo con armas nucleares y químicas, y justifica los ataques de Irak, Afganistán y Vietnam. Jong-un –quien tiene marcados gustos occidentales desde los videojuegos, Disney y los Chicago Bulls– necesita construir un liderazgo mesiánico en su país, por lo que las amenazas nucleares podrían ser una bravuconada más. En el contexto global, parece haber perdido el apoyo “incondicional” de China y la paciencia de Rusia. En lugar de lanzar amenazas, Jong-un debería arreglar su empobrecida economía, pues es un país sin desarrollo tecnológico a diferencia de Corea del Sur. En vez de armas, debería generar recursos para mejorar la calidad de vida de su población.
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