Beatriz Merino,Política
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com
Beatriz Merino acaba de publicar Consulta previa a los pueblos indígenas: El desafío del diálogo intercultural en el Perú. Además, es la presidenta de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos. Señala que no hay contradicción entre sus textos y su accionar profesional. Sobre su vida y la coyuntura hablamos en esta entrevista.
Una de sus virtudes es que pasa del sector público al sector privado sin problema…
Es sano pasar de la función pública a la actividad privada. Yo empecé mi vida profesional en el sector privado, donde trabajé muchos años hasta que empezó mi aventura política en el Movimiento Libertad. Si hubiera continuado en el terreno privado, hoy estaría jugando golf y con muchos millones en mi cuenta bancaria. Yo trato de aprender todo lo mejor que cada ámbito ofrece y, luego, lo implemento en el otro. Por ejemplo, en el sector público trato de tener siempre las eficiencias del sector privado: el manejo del tiempo, la productividad, las metas, el tener objetivos medibles, alcanzables, comparables, constante reinvención; en el sector privado le doy sensibilidad y una mirada de Estado, de país, de nación, a mi tarea.
Es evidente que usted tiene ambiciones políticas…
Nada me hace más feliz que servir, que ayudar, sobre todo a los que menos tienen. La del poder es una posición solitaria, de enorme responsabilidad, que nada tiene que ver con la fatuidad, con el oropel, con la sensualidad. Esta cosa electoral y politiquera no me viene bien. Nunca he buscado una función pública ni estar en una lista parlamentaria. Siempre fui convocada y he sabido decir “no”. En esto me dejo llevar por el destino.
A tres años de las elecciones ya estamos en campaña…
¡Qué terrible! Esto no es bueno por el país y refleja nuestra falta de instituciones. El presidente no debería ser un caudillo, la Presidencia debería ser una institución. Este es el único país donde todos los expresidentes quieren volver a ser presidentes, y si no son ellos, son sus hijos (ríe). ¡Esto es una especie de dinastía! Los peruanos debemos aprender que, en política, más importante que las personas son las instituciones. Por eso debemos construir partidos políticos y, así, el poder no sea un tema de personas sino de partidos, de instituciones, de ideas.
¿Cuándo formará su partido político?
(Ríe). Mi partido es el Perú. Me ha tocado estar en la vida pública cuando los partidos políticos no existen; me ha tocado navegar en este mar tormentoso y desordenado. Por eso miro con envidia sana a otros países, donde el poder se transmite de una forma ordenada, donde llegan al poder los mejores. Aquí eso no existe, hay partidos descartables.
¿De qué partido aceptaría ser candidata?
Todos los partidos tienen ya su candidato (risas).
¿Fue buen presidente Toledo?
Fue un demócrata, no se manchó las manos de sangre, entregó el poder cuando tuvo que hacerlo, respetó las instituciones, la economía creció y se redujo la pobreza. Y lo mismo le podría decir de Alan García… y es probable que digamos lo mismo de Ollanta Humala cuando deje, y ojalá lo haga, el poder en 2016. Por fin las dictaduras son parte del pasado, y por fin tenemos una economía que crece. El Perú está creciendo, es la envidia de muchos vecinos y el destino de muchos extranjeros. Todo esto no es casualidad, todo lo hemos construido. Los peruanos, y no un caudillo o un ungido, fuimos capaces de decir “no al terrorismo”, “no al miedo”, “no a la dictadura”, “no a la mentira”, “no a la violación de los derechos humanos”, “no a la pobreza”, “no a la hiperinflación”, “no al desorden económico”. Nuestra responsabilidad es no retroceder.
¿Debería permitirse la reelección presidencial?
Quizá con un mandato más corto podría haber reelección, pero ese es un debate nacional que está por hacerse.
¿Qué piensa de la intención del Gobierno de comprar Repsol?
El señor Castilla, ministro de Economía, me parece un hombre serio, íntegro y talentoso. Él está conduciendo bien la economía y ha salido a explicar, con tranquilidad, que no debe haber angustia, pánico o alboroto. Castilla ha afirmado que no debemos preocuparnos, que lo de Repsol y La Pampilla está en evaluación, que no se va a tomar una decisión que afecte los intereses económicos del Perú… Y yo confío que así será.
¿En verdad confía?
Mire, el Estado es muy mal empresario, sus antecedentes son calamitosos. ¡Mencióneme una empresa pública peruana que sea un ejemplo de calidad internacional! Si me prueban que nuestras empresas públicas no son corruptas, no están burocratizadas y son altamente productivas, entonces podríamos pensarlo, pero esto no es así. Comprar La Pampilla no se justifica, no nos han demostrado que es una compra que vale la pena, y si insisten, luego tendrán que dar cuenta porque, al fin y al cabo, no es su dinero, es la plata de todos los peruanos.
AUTOFICHA
- La democracia más avanzada, la de EE.UU., permite una reelección presidencial, pero su mandato es de cuatro años, hay instituciones y partidos políticos.
- Uno debe defender lo que funciona. Con todo lo liberal que fue Margaret Thatcher, ella no privatizó el sistema socializado de salud inglés.
- Acabo de publicar Consulta previa a los pueblos indígenas: El desafío del diálogo intercultural en el Perú. Trabajo para la industria de hidrocarburos, pero soy ecologista.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.