Los cambios de política en la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos con el fin de la compra de bonos en el mercado representan una indicación de que la situación norteamericana vendría recuperándose. Esto también podría llevar a elevar la tasa de interés en el país de América del Norte, lo que conduce a los capitales a retirarse de los emergentes, que ya no crecen tanto, y colocarse allí. El retiro de capitales de nuestro país podría llevar el tipo de cambio nominal a tasas más altas, lo que sería de conveniencia principalmente para nuestras exportaciones (aunque los precios de los commodities no muestran cambios hacia arriba). Estados Unidos, por otro lado, con su mayor producción energética y la competencia de Arabia Saudita, ha llevado los precios del petróleo a una reducción. Esto también puede ser un impulso a su productividad, el cual deberíamos aprovechar nosotros para impulsar la oferta interna que tenemos si ajustáramos los precios según el referente que brinda el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin). Europa no muestra todavía signos de recuperación, tampoco China verá su crecimiento acelerado en el corto plazo, pero la diversificación de mercados que tenemos gracias a los múltiples tratados de libre comercio (TLC) que hemos firmado en el pasado deben ser aprovechada. Asimismo, en el ámbito interno, tenemos que facilitar el ritmo de inversión productiva, pues, en nuestro caso, esta es todavía más rentable que en otros países similares al Perú.
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