¿Qué lo animó a abrir este tipo de negocio?
En realidad, siempre quise tener mi propia empresa, pero una que ayudara a la gente. Estudié Administración y me fui a trabajar al extranjero para ganar experiencia. Volví para aplicar lo aprendido y vi en las clases particulares una oportunidad para darle forma a mis dos metas. Así nació Sácate un 20, un servicio a domicilio de profesores capacitados.
¿Cuál cree es la clave de su acogida?
Empezamos hace un año con 10 profesores particulares y hoy tenemos 90. La mayoría son jóvenes universitarios del tercio superior. Esto ha contribuido a que las familias nos tengan confianza y nos llamen, no solo porque somos una empresa formal sino también porque tenemos un buen servicio.
¿Qué planes para los próximos años?
Por ahora atendemos en Lima, pero estamos evaluando llegar a provincias. Además, vamos a implementar un servicio que le permita a los alumnos contactar a sus profesores por Internet.
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