1).- Keiko y Fuerza Popular (FP): Se sienten a gusto. El período clave 2005-14 no los toca. Si se descubre algo en los 90 sería “una raya más al tigre”. Alberto no necesitaba de coimas. Vía el SIN de Montesinos saqueaba los fondos de las Fuerzas Armadas. Ahora, el fujimorismo prepara la cacería. Buscan contraatacar a quienes, caletas hasta ahora, los acusaban por su ligazón con la corrupción.
2).- Gobierno de Toledo: La deserción anticipada de sus principales colaboradores fue un anticipo de lo que se venía. Lo de Ecoteva fue el primer timbre de alarma. Trejo, el cholo sagrado, pensó que todo estaba bajo control. ¿Recuerdan los malabares de su defensa y las acusaciones a la “mano negra”? Después de lo de Maiman, busca atrincherarse en la política. Aunque ya nadie le cree. Es el más débil.
3).- García y el Apra: Crecen las sospechas. Tienen experiencia y oficio. Pero, con un García disminuido y un desmadre partidario, amenaza la rebelión de la granja. Que los hijos de los principales dirigentes “consiguieron” un buen trabajo en Odebrecht, justo durante el gobierno de Alan, ayuda a Mulder. Sus “manos al fuego” atizan un incendio interno en un local cerrado.
4).- Humala y los restos del nacionalismo: Guardan silencio, un profundo silencio. Están en Cuidados Intensivos y su pronóstico es “recontra reservado”. Sus pocos defensores están aislados y sin credibilidad. No encuentran salida a esta cuadratura del círculo. Cómo será lo que se viene que nadie habla de las libretas de Nadine. Amateurs en estas lides, creyeron que nada les pasaría a pesar de dejar huellas por todas partes.
5).- Villarán y la Municipalidad de Lima: Cercada y sin fuerzas ni defensa. Por eso quiso ser congresista. Renunció a Fuerza Social para acompañar a Urresti. Sacrificó todo pero perdió. Solo queda el pasado.
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