Carlos Tapia: El escabroso camino del Movadef (2)

Abimael Guzmán, ya en prisión, envió dos cartas al entonces presidente Fujimori en julio de 1993. La primera donde reconoce su derrota y le solicitaba iniciar conversaciones a favor de un “Acuerdo de Paz”, y la segunda alabando la estrategia contrasubversiva de su gobierno.

Habían sido revisadas por Montesinos y recién fueron hechas públicas días antes del referéndum (31/10/93) en torno a la aprobación de la Constitución propuesta por el Congreso Constituyente. El SÍ obtuvo el 52% de los votos y el NO alcanzó el 48%. Sin duda, la publicación de las cartas fue decisiva. En contra parte, Guzmán logró 1).- La entrega de sus libros y documentos partidarios decomisados 2).- Facilidades para las reuniones con los 17 senderistas traídos de Yanamayo para aprobar la nueva táctica: construir una fachada legal.

Una muestra de este acercamiento es la carta que el 13/9/93 se le envió al jefe del SIN: “Por eso, doctor Montesinos, expresamos a Usted nuestro reconocimiento por su sagaz comprensión… a la causa de la consecución de la paz en cuyos avances le corresponde una decisiva actuación. El presidente Gonzalo como jefatura, la camarada Miriam como dirigente y los siguientes firmantes…le decimos que el Partido siempre le reconocerá el papel fundamental que Ud. ha cumplido”.

Ahora, el Movadef busca ganar a los jóvenes que no conocen su historia. El anzuelo es presentarse como adalides de la paz y “llegar al bicentenario con un país reconciliado”. De ahí la Amnistía para Guzmán y otros. Ojo, que en su marcha del 1 de mayo participaron jóvenes universitarios de Acción juvenil, hoy” y “Colectivo manos solidarias”. ¿Y los partidos? Pidiendo cómodamente a la policía que los repriman. O, creyendo que insultándolos van a desaparecer. Se requiere combatirlos política e ideológicamente. La universidad es clave.