UNA PARA ELLA.
Datum pregunta sobre segundas vueltas para Keiko. Con Alan García es un paseo campestre y le saca 35 puntos de ventaja. Con Acuña el resultado se parece mucho y le saca 26 puntos de ventaja. Pero con Guzmán hay un virtual empate, Keiko con 42% y el rival en 41%. (Y no duden de que igual sería con otro “nuevo”, ahora que él está fuera de contienda). Incluso con el “viejo” PPK la cosa le viene bien peleada: Keiko 44% y PPK 37%.
O sea, salvo que Keiko entre a la segunda vuelta con alguien que tenga más anticuerpos que ella –léase al día de hoy, García o Acuña–, la segunda vuelta es un escenario totalmente abierto, con resultado impredecible. Dicho de otra manera: el distanciamiento de la imagen de su padre no la ha perjudicado con sus seguidores, pero la desconfianza de los demás no ha disminuido.
UNA SOBRE ELLA.
¿Cuánto ha cambiado el fujimorismo? ¿Es verdad que ha roto con las prácticas del pasado? La verdad que a estas alturas se puede decir que no mucho. Hay innumerables pruebas al canto, pero escojo algunas por obvios problemas de espacio: 1.- El secretario general de su partido, quien la acompaña a todos sus eventos de campaña, el congresista Joaquín Ramírez, tiene un pedido de levantamiento de inmunidad parlamentaria por una investigación de lavado de activos, pero ella no lo separa. 2- Bien sospechoso lo de la empresa en la permisiva Delaware, desde donde anónimos aportantes envían fondos a su campaña por montos muy elevados. ¿Por qué no pensar que, al igual que nuestros actuales gobernantes en su momento, ellos han encontrado una forma de disimular contribuciones oscuras?
Que otros hagan lo mismo (y en el caso de Acuña peor) no la exime en lo absoluto, puesto que ella tiene una tremenda mochila que (des)cargar y es una aspirante seria a gobernarnos a partir del 28 de julio. Parece que nadie escarmienta en Nadine ajena.
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