La meta: evitar que, para fin de siglo, la temperatura global del planeta supere los 2 grados centígrados teniendo en cuenta los niveles de 1750. La realidad: vamos por mal camino. Un reciente informe de la ONU señala que el nivel de gases invernadero supera en 14% a lo estimado para este momento.
De seguir esa tendencia, el aumento de temperatura al final del siglo XXI se ubicaría entre 3 y 5 grados. Si 2 grados ya eran suficientes para causar grandes cambios a nivel climático, tales como mayor calor, sequías, inundaciones, deshielos y otros efectos (que, por cierto, ya están desarrollándose en niveles cada vez más preocupantes), imaginen lo que ocurriría con más de 3. No obstante, este informe, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Fundación Europea para el Clima, considera que la humanidad aún está a tiempo de aplicar los correctivos para evitar cruzar la barrera de los 2 grados.
Pero, aún hay más. Según el último informe de la Organización Meteorológica Mundial, la emisión de C02 del año pasado es 140% mayor que la de la época preindustrial. Para rematar, un reporte del Banco Mundial asegura que la tendencia será nefasta: el incremento de la temperatura llegará a los 4 grados centígrados para fin de siglo. ¿Nos pondremos las pilas de una vez para evitar una catástrofe?
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