El deporte y el dinero van de la mano. Después de 20 años, fuimos testigos de “la pelea del siglo”. Pasó la época de Ali, Tyson, Leonard, Durán y Hagler; solo quedaban Manny Pacquiao y Floyd ‘Money’ Mayweather. Dicen que el boxeo ha muerto, las cifras indicarían que no, o esta pelea es una excepción a la agonía: US$500 millones en pay per view, 180 millones para’ Money’ y 120 para el filipino –quien quiere ser presidente de su país–, además de publicidad, apuestas y otros.
La reventa llegó a US$150 mil por asiento para ver una pelea donde ‘Money’, fiel a su estilo, dio vueltas en el ring sin que Pacquiao lo alcanzara con un golpe certero. Floyd estableció las condiciones para esta primera pelea (juez norteamericano, escenario y otros aspectos). Según los especialistas, este combate debió darse hace siete años, cuando estaban en su mejor momento. Hoy Mayweather (38) y Pacquiao (36) están cerca del retiro con muchos millones en el bolsillo. Pacquiao pareció que no quería ganar, tal vez una de las condiciones para una futura revancha. ‘Money’ quiere el récord de Rocky Marciano: 49-0 (va 48 peleas invicto). Una derrota impediría dicho objetivo histórico. Más allá de los récords, si Mayweather quiere reclamar lugar en la historia como uno de los más grandes, tendrá que ganarle la revancha a Pacquiao, o viceversa; si no es así, esto habrá quedado como un buen negocio, pero no tendrán la gloria. El boxeo perdió oportunidad de seducir al público de hoy y solo logró que los que fuimos testigos de otra época añoremos el pasado que, parece, no volverá. ¿Tras esta decepción habrá revancha? Apostaría a que sí, y ahora esperamos que la pelea sea de verdad.
Alfredo Ferrero
alfredo.ferrero@gmail.com
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