21.NOV Jueves, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
Clasificados
Opinión

El caso de Odebrecht/Lava Jato es un caso de corrupción internacional que involucra a varios países en el mundo. El Perú es uno de los países donde ha operado en mayor magnitud. La empresa había desarrollado un sistema para ganar obras o incrementar monto de estas, mediante adendas, haciendo pagos a funcionarios públicos.

Lava Jato compromete a Odebrecht y otras empresas brasileñas: Camargo Correa, Andrade Gutierrez, Queiroz Galvao, OAS. Además, este caso involucra a los gobiernos de Toledo, García y Humala, que complica el escenario político del actual gobierno, y la administración de Castañeda y su antecesora Villarán.

Por su parte, en el caso de Toledo, que tiene orden de captura por cobrar US$20 millones, debería precisar a qué se comprometió y con quiénes actuó para evitar involucrar a inocentes. Asimismo, para el caso de Humala y Nadine, que están complicados con la revelación de Barata que confesó que les entregó US$3 millones y el posterior otorgamiento de la buena pro del Gasoducto Sur.
Cabe recordar que Lava Jato surge en Brasil con gobiernos de izquierda en los que Favre ha trabajado, al igual que con Humala y Villarán.

Este caso también alcanzó al sector privado, generando un gran desprestigio reputacional; empresas como Graña y Montero (y otros) han tenido que tomar acciones radicales mediante la venta de activos y renovación de su plana mayor. Sin embargo, tendrán que asumir su responsabilidad.

Las obras entregadas a estos consorcios comprometidos deberán ser revaluadas y hasta podría declararse la nulidad de estas.

La CIADI y la Corte Internacional no pueden darle la razón a un inversionista involucrado en tamaña corruptela internacional. El Perú debe ser indemnizado y las empresas no deberían operar más en el país.

Esta crisis también afecta la institucionalidad del país y la confianza de los inversionistas. Se percibe parálisis en el sector financiero, económico y comercial.

La agenda anticorrupción debe continuar, pero el país no debe ni puede parar, ya que se afectaría el crecimiento de 2017.


Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.