Así como los católicos tenemos la señal de la cruz que reza “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, los iqueños debemos también persignarnos “en el nombre del agua, la salud, la educación y la seguridad”. Como se sabe, Ica es un éxito económico y productivo, pero poco se habla del fracaso político y social de la región. Aunque parezca mentira, la gran mayoría de iqueños carece de dichos cuatro servicios básicos. ¿Por qué tal contradicción entre lo económico y lo social? Por la corrupción. Las autoridades de Ica –salvo honrosas y contadas excepciones– son muy corruptas. En vez de agua potable para la población, construyeron piletas. En vez de hospitales, hicieron palacios municipales. Y en vez de colegios, construyeron monumentos. Lo único que motivó a dichas autoridades corruptas fueron la coima y el soborno. Ya es hora de erradicar la corrupción de Ica.
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