Patricia Gamboa, de 58 años, llega al supermercado gubernamental de San Cristóbal (oeste de Venezuela) a las dos de la mañana, seis horas antes de que abra sus puertas, para ser la primera en la fila y comprar lo que encuentre.
[Venezuela: País en Cuaresma permanente]
Al amanecer, unas 200 personas ya están formadas detrás de Gamboa –quien tiene el número 2– afuera del supermercado Bicentenario, todas marcadas con un número en tinta verde en la muñeca según su horario de llegada.
Gamboa no lleva una lista de supermercado para comprar alimentos para los seis miembros de su familia. Dice que comprará “lo que encuentre”.
Este es uno de los avisos que anuncian restricciones. (Giannina Raffo)La calle está bloqueada por una de las barricadas que los manifestantes pusieron para protestar, entre otras cosas, contra la escasez de alimentos y productos básicos.
En San Cristóbal, donde se desencadenaron las protestas el 4 de febrero, encontrar harina, mantequilla, aceite de cocina o leche es una verdadera odisea. Los clientes pueden comprar en el Bicentenario solo ciertos días, dependiendo de los últimos números de sus cédulas de identidad.
En otros puntos de la ciudad, en dos supermercados del sector privado, las colas se extienden más de 200 metros.
COMPRAS CONTROLADAS
De acuerdo con el diario venezolano Últimas Noticias, en tres meses, el gobierno de Nicolás Maduro contará con un sistema que obligará a la población a comprar solo una vez a la semana en los establecimientos gubernamentales.
Precisamente, el piloto comenzó en febrero en un supermercado estatal de Caracas –denominados Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval)–. Allí los usuarios deben registrarse con su número de cédula antes de ingresar al local, y no podrán volver a comprar en una semana.
Estantes lucen vacíos en supermercados estatales. (Giannina Raffo)“La puesta en marcha de este nuevo sistema forma parte de un plan para evitar el acaparamiento y preservar los inventarios”, manifestó al medio venezolano Iván Bello, presidente de la red de venta de alimentos.
SIN PAN
Por su parte, Armando Mirando, vicepresidente de la Asociación de Panaderías del estado de Táchira, comentó a la AFP que San Cristóbal se podría quedar sin pan mañana, pues los camiones que transportan harina y mantequilla se han negado a llegar allí desde hace dos semanas debido al caos provocado por las barricadas. La mayoría de los comercios y restaurantes permanecen cerrados en esta ciudad de 260 mil habitantes.
La oposición atribuye los problemas económicos de Venezuela, que registra una inflación de 56%, a los controles de cambio a una tasa sobrevaluada, en vigor desde 2003, y de precios.
Los afortunados que encuentran lo que necesitan en los mercados gubernamentales lo pagan a precios controlados, los otros tienen que acudir a mercados privados donde todo es hasta siete veces más caro.
El precio normal de un kilo de leche en polvo es de 30 bolívares, pero en esos mercados puede ser hasta de 250 cuando el salario mínimo es de 3,270.
“El gobierno nos tiene aquí mendigando”, se queja Carolina Rodríguez, de 35 años. “Uno se pasa la vida en la cola: cola para el mercado, cola para el teléfono, cola para pagar la luz, el agua”, reclama mientras las protestas en las calles siguen.
DATO
- Maduro anunció el sábado la creación de “un sistema superior” de abastecimiento para profundizar el racionamiento de productos, informó Infobae.
- El 12 de julio de 1963, el régimen cubano implementó un sistema parecido que regula la venta con la creación de las Oficinas de Control y Distribución de Alimentos.
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