(Gonzalo Pajares/gpajares@peru21.com)
Alexander Yanez es el embajador de Venezuela en el Perú. En esta entrevista defiende las acciones del gobierno de Nicolás Maduro y reitera las acusaciones como golpista contra Leopoldo López, el encarcelado líder de la oposición venezolana.
¿Vio cómo amaneció ayer Caracas? Calles humeantes por el fuego de los enfrentamientos…
Sí. Repudiamos el uso de la violencia para objetivos políticos y, como ha dicho el presidente Maduro, hacemos un llamado a la paz. Los hechos de violencia no son en todo el país: hay focos que son, casualmente, donde los alcaldes son de la oposición. El 12 de febrero se lanzó un intento de golpe de Estado contra el gobierno revolucionario, que sigue en ejecución, aunque hoy está más controlado que antes. Ahora, ¿es toda la oposición la que quiere derrocar al gobierno? No. ¿Son todos los estudiantes? No. Hay un grupo identificado –vinculado a Leopoldo López, financiado por países extranjeros y con contactos con el paramilitarismo de un país vecino (se refiere a Colombia)– el que quiere dar el golpe.
Usted afirma que la protesta no es del pueblo sino de la clase media…
Las protestas se concentran en Chacao, Baruta, Cafetal, municipios de la zona este de Caracas –que son de clase media y clase media alta– donde gobierna la oposición. Esta gente sale por la noche, tranca las vías y destroza propiedad pública. ¿No le parece curioso que las protestas se realicen donde gobierna la oposición?
La oposición señala que las bases populares chavistas también están descontentas, que su silencio es expresivo, que por eso no salen a apoyar a Maduro…
Las opiniones se respetan, pero lo que ocurre es que un grupo pequeño ha querido llevar una protesta pacífica y reivindicativa –inseguridad, alto costo de la vida, protestas que pueden ser legítimas– hacia la insurrección y el enfrentamiento. El chavismo no ha salido a la calle, pero no porque no quiera defenderse sino porque el presidente Maduro lo ha llamado a mantenerse en calma.
Se afirma que la protesta no es ideológica sino reivindicativa, que pide que Maduro rectifique las medidas que han afectado la economía, la seguridad ciudadana, etcétera…
La mayoría protesta por estas reivindicaciones, y es legítimo que lo haga, pero dentro de ese grupo hay un núcleo que intenta arrastrar a los demás hacia la violencia. Le doy un ejemplo de sus contradicciones: si los estudiantes protestan contra la inseguridad, ¿por qué han quemado ocho patrullas inteligentes que luchan precisamente contra ella?
¿Tan poderoso es este grupo al que usted llama violento que hace parecer que la protesta parezca generalizada?
Son grupos organizados, que no surgieron de la noche a la mañana. Sería bueno que investigue a Leopoldo López: él ha hecho llamados a la violencia, no desde ahora sino desde que el presidente Chávez estaba vivo. Él comandó, en el golpe del 2002, a su policía, la del Chacó, como una fuerza de choque; en 2004 comandó las Guarimbas… su lógica es violenta. Si ve el formato de sus planteamientos –asambleas, protestas– notará que todos terminan en ‘La salida’. ¿‘La salida’ de quién? Del presidente. Entonces, no son inocentes. Además, Leopoldo está vinculado a un expresidente de un país vecino muy ligado a grupos paramilitares.
Se refiere a Álvaro Uribe…
Correcto. El gobierno ha tomado medidas para evitar el contrabando en el estado de Táchira –fronterizo con Colombia– y esto ha golpeado fuertemente ese negocio, que es manejado por los paramilitares colombianos. Si es necesario se declarará el estado de excepción allí, pues estamos siendo agredidos por paramilitares colombianos. Casualmente, tres de los alcaldes de los municipios donde la situación es más crítica son de Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López.
Se han identificado a dos de las personas que dispararon contra las tres víctimas del 12 de febrero. Pertenecen al Servicio de Inteligencia Bolivariano (Sebin) y a la Guardia Bolivariana. ¿No tiene el gobierno de Maduro las manos manchadas de sangre?
El presidente Maduro ha dicho que cualquier grupo que use un arma de fuego –tenga la franela del gobierno o de la oposición– está al margen de la ley, y se le aplicará la máxima sanción. Si las investigaciones demuestran que un individuo de la fuerza pública está vinculado con la muerte de alguna persona se le aplicará la ley. No es política del estado ordenar disparar contra manifestantes. La policía venezolana no utiliza armas de fuego en protestas de este tipo…
Estas personas sí tenían armas de fuego y dispararon por la espalda a sus víctimas. Todo indica que fueron las fuerzas policiales venezolanas las que mataron a estos jóvenes…
Si los organismos correspondientes demuestran que alguna de estas personas está implicada irá presa, pues está al margen de la ley. Le repito, no es política del estado venezolano enviar a dispararle a la gente.
¿Reconoce que Venezuela vive una gran crisis y que los reclamos de los protestantes son justos?
El presidente Maduro convocó a los estudiantes a un diálogo con él en el Palacio de Miraflores, y escuchar sus demandas. Esto es bueno porque así se separan a los grupos que tienen un reclamo legítimo de los que tienen algún plan escondido. Y el llamado al diálogo es una muestra de que la vocación del gobierno va por la paz. No nos conviene ni nos satisface que haya violencia y enfrentamientos entre venezolanos; ningún gobierno quiere esto. Ahora, mucho se habla de los sectores radicales del chavismo, pero no se habla de los sectores radicales de la oposición, que también tienen una actitud poco favorable para la paz.
¿Por qué Venezuela es un país polarizado?
Un maestro embajador nuestro dijo lo siguiente: “A veces hay mucho ruido y no nos podemos escuchar”. Hay que bajar el ruido para escucharnos, y eso es lo que está haciendo el presidente Maduro. Las últimas cuatro elecciones las ganó el partido socialista…
Bueno, las que Maduro le ganó a Capriles aún siguen en entredicho…
Siguen en entredicho para los medios de comunicación, pues no se dice que hubo presidentes de organismos electorales de América Latina, observadores internacionales de la Unasur, y ellos dijeron que el proceso había sido transparente. Lo que pasa es que acá se cuestiona el sistema electoral para deslegitimizar las elecciones pero no se muestran las pruebas. Un ejemplo, en 2004, la oposición salió desbocada a denunciar un fraude… han pasado 10 años y no ha demostrado nada. La deslegitimación del sistema electoral ha sido un mecanismo para tratar de revertir los logros que ha tenido el gobierno revolucionario en los procesos electorales: de 19 hemos ganado 18. Si las elecciones fuesen fraudulentas, la oposición no tendría diputados, no tuviera alcaldes, gobernadores. Si tanto cuestionan al poder electoral, ¿por qué van contentos a recibir sus credenciales de autoridades elegidas?
Las elecciones municipales últimas las ganó el gobierno porque muchos opositores, desilusionados, no fueron a votar. Ahora, es verdad que el chavismo tiene seguidores, pero, ¿cuánto les ha costado ganarse ese apoyo?
¿Habla del asistencialismo?
Así es. ¿El asistencialismo es un recurso que usan para manejar a la población?
En 1998, Venezuela tenía 200 mil universitarios; hoy son dos millones y medio. ¿Qué pasó? El gobierno bolivariano creo 30 universidades gratuitas. ¿Eso es asistencialismo? La primera etapa de la revolución tuvo un carácter de asistencia inmediata y, ¿por qué? Porque teníamos 60% de pobreza. Estábamos en emergencia social y era necesario activar mecanismos para atender las grandes necesidades del momento. En 1990 el consumo de alimentos para perros aumentó, y no porque hubiese más perros sino porque los pobres compraban esa comida: no les alcanzaba para más. En 1998, un venezolano consumía 60 libros de leche al año; hoy, 145. Sí, durante la primera etapa, la revolución bolivariana tuvo que ser asistencialista. Hoy, las misiones sociales les enseñan oficios a la gente para que, luego, estos empiecen a producir a través de empresas o cooperativas. Cuando esto sucede, el Estado se retira.
¿Qué porcentaje de pobreza tiene Venezuela hoy?
No lo digo yo, lo dice la Cepal: 23%, y la pobreza extrema está en 5%.
¿Por qué si esto es así y la revolución tiene ya 15 años, Venezuela no aparece como boyante, como una luminaria?
En 2012, Perú creció 6.5%; Venezuela, 5.5%, pero ningún medio lo dijo. En 2013, Perú creció 5.02%; Venezuela, a pesar de la guerra económica que sufrió, creció 1.5%, es decir, creció a pesar de sus problemas.
¿Y la inflación?
En los 15 años anteriores a Chávez, el promedio de inflación fue de 55%, con piscos de 80 y hasta 130%. En el gobierno de Chávez, el promedio de inflación fue de 22%, con un pico de 31% en 2003, producto del paro petrolero. Es decir, el gobierno que ha podido controlar la inflación es el bolivariano. Además, para analizar la inflación hay que tener en cuenta las particularidades de cada país. Sí, la inflación subió a 56% en 2013, pero esto no es producto de una mala política económica sino de la incorporación de factores perturbadores, por ejemplo: la especulación, el dólar paralelo. El 97% de las divisas de Venezuela las produce empresas del Estado, pero el dólar paralelo lo maneja gente que está en Miami.
Hoy está a más de 80 bolívares….
No puedo decirlo porque la ley me lo prohíbe… Ahora, no todo es perfecto en Venezuela: que hay políticas públicas por mejorar, las hay; que hubo hechos irregulares en el manejo de las divisas, sí; o sea, no decimos que todo es culpa de los demás, también somos autocríticos.
¿Despilfarraron el dinero del petróleo?
El despilfarro se produjo cuando la oposición paralizó la industria petrolera: eso fue en 2003 y se perdieron 23 mil millones de dólares. El presupuesto de Venezuela de este año destina un 65% para el área social.
¿Y para la inversión?
La inversión social es el centro de nuestra política. Se dice que en Venezuela no hay empresas porque tienen miedo…
Me acaba de decir que 97% de las divisas provienen de las empresas públicas…
La Constitución prevé la participación privada en la economía, pero, lamentablemente, nuestra Confiep, que se llama Fedecámaras, siempre ha tenido una actitud de enfrentamiento con el gobierno. En 2002, en el golpe contra Chávez, el presidente de facto fue Pedro Carmona, el presidente de Fedecámaras. A nosotros nos interesa un empresario privado pero nacionalista, y esto no implica ser chavista.
¿Para ser rico en Venezuela hay que estar aliado con el chavismo?
Para ser rico lo que hay que hacer es trabajar, y trabajar duro. Sin embargo, el propósito de la revolución bolivariana no es hacer que todos sean ricos, eso es imposible; nuestro propósito es que la población viva bien.
¿Le corresponde a un presidente ordenar la captura de un ciudadano? Eso hizo Maduro con López. ¿No es acaso eso una muestra de que en Venezuela hay una dictadura que maneja todas las instancias del Estado?
EE.UU., a través de la OEA, le ha hecho tres exigencias a Venezuela: dialogar con la oposición, liberar a todos los detenidos y que se deje sin efecto la orden judicial contra Leopoldo López. ¿Esto le puede pedir un país presuntamente democrático a otro?
Que EE.UU. no sea democrático no los libera a ustedes…
No, solo le muestro que en el discurso político se dicen muchas cosas. Cómo un país que supuestamente defiende la separación de poderes le puede pedir a un presidente de otro país que deje sin efecto una orden judicial. ¿No es acaso esto contradictorio?
El comportamiento de Maduro refleja una tendencia autoritaria…
Para mí, el presidente Maduro no es un dictador. Veamos el proceso de entrega de Leopoldo López: su misma esposa declaró que la ultraderecha, a la que pertenece López, lo quería asesinar, por eso, Maduro envió a Diosdado Cabello, presidente del Congreso, a negociar su entrega para garantizarle la vida. Hoy los medios dicen que Cabello fue a imponerse, lo que no es verdad.
¿Me está diciendo que Maduro no es democrático en sus gestos pero sí en sus hechos?
(Ríe). No. En el discurso, en la cultura política de los países hay que tener en cuenta la idiosincrasia de la gente. Maduro ha ganado las elecciones en las que participó.
¿Qué le espera a Venezuela?
Nosotros aspiramos a la paz. Hemos llamado a los estudiantes al diálogo, y también al Consejo Federal de Gobierno, donde están los gobernadores y alcaldes de todo el país, gente como Capriles, a quien Maduro le ha pedido que asuma su responsabilidad y asista a este diálogo… ya lo convocó dos veces, y no fue, le ha dado una –y última– oportunidad más. El gobierno ha puesto de su parte, pero también debe hacerlo la oposición. El diálogo es complicado en una situación de violencia, pero no es imposible.
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