La Policía de Turquía detuvo a 24 personas, entre ellos algunos de los máximos responsables de la empresa operadora de la mina de Soma, en el marco de la investigación del accidente que cobró la vida de más de 300 mineros esta semana, en el mayor desastre industrial de la historia del país.
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Las operaciones de rescate de los cadáveres en la mina, situada al oeste de Turquía, terminaron este sábado, tras detectar los dos últimos cuerpos de mineros que faltaban por recuperar. En total, han sido 301 los fallecidos por el accidente.
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Los detenidos son sospechosos de negligencia en relación al accidente, que ocurrió el martes pasado debido a una explosión y un posterior fuego en el interior de la mina.
La prensa estima que el número de detenidos podría aumentar en los próximos días. Por ahora, se han capturado al director general de Soma Holding, Ramazan Dogru, quien fue interrogado hoy por fiscalía turca, al director de operaciones, Akin Celik, y al subdirector financiero, Ali Ulu. Dogru y Celik.
Tras la noticia de las detenciones, multitud de curiosos, periodistas y familiares se concentraron en el exterior del Palacio de Justicia de Soma, mientras en el interior los fiscales interrogaban a los empleados de la compañía minera.
La Policía turca desplegó un cordón alrededor del edificio. Una mujer comentó que su marido ingeniero fue uno de los detenidos, y otro hombre, cuyo hermano ingeniero se encontraba también arrestado, comentó que decenas de personas habían sido interrogados. Los medios locales aseguran que la Justicia ha designado a 28 fiscales para la investigación del accidente.
Paralelamente, unidades de comando de la policía fueron enviados a Soma desde tres provincias turcas para reforzar a las fuerzas de seguridad que controlan las entradas a la ciudad minera.
Las protestas han sido prohibidas por orden de la gobernación de Manisa, la provincia en la que se encuentra Soma, y los periodistas han sido expulsados de los entornos de la mina accidentada, cuyos accesos han sido cerrados después de terminar las obras de rescate.
La salida de la mina fue sellada con un muro de hormigón para impedir el acceso de oxígeno, con lo que los equipos de rescate esperan apagar los últimos focos del incendio. Sólo los inspectores y fiscales que investigan el accidente tienen permiso para acercarse a las proximidades de la mina.
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