Varios miles de manifestantes marcharon el domingo por el centro de Moscú para exigir la liberación de 20 personas que fueron detenidas tras los enfrentamientos entre policías y manifestantes en mayo de 2012.
Algunos de los detenidos enfrentan hasta 10 años de prisión si son declarados culpables por la protesta, que tuvo lugar en la Plaza Bolotnaya en la víspera de la juramentación de Vladimir Putin para un tercer mandato como presidente de Rusia.
El regreso de Putin a la presidencia significó la aprobación de nuevas leyes destinadas a reprimir las protestas contra el gobierno y a restringir las organizaciones no gubernamentales.
Algunos de los manifestantes marcharon el domingo con retratos de los manifestantes presos y una pancarta que leía: “Libertad a los héroes de Bolotnaya, los rehenes de Putin”.
Algunos también enarbolaban banderas ucranianas para mostrar su apoyo a los manifestantes antigubernamentales de la vecina Ucrania, donde las manifestaciones han cumplido dos meses.
De las 28 personas detenidas en el caso Bolotnaya, ocho fueron liberadas recientemente gracias a una amnistía. Algunos de los acusados han estado bajo arresto domiciliario, pero la mayoría de los otros han estado en la cárcel durante más de un año y medio.
Solo tres de los casos se han decidido en los tribunales: *Dos acusados fueron condenados a penas ligeras tras cooperar con los investigadores *y un tercero fue enviado a tratamiento psiquiátrico forzado.
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