El Papa Francisco hizo un apasionado llamado a la paz en su discurso de Año Nuevo, diciendo que el corazón de la humanidad parecía haberse extraviado y que muchas personas todavía eran indiferentes a la guerra, la violencia y la injusticia.
“Llegó la hora de parar el camino de la violencia ¿Qué está sucediendo en el corazón de los hombres? ¿Qué está sucediendo en el corazón de la humanidad?”, dijo a decenas de miles de personas en la Plaza de San Pedro el día en que la Iglesia Católica Romana conmemora el Día Mundial de la Paz.
En su primer ángelus del año, Francisco habló desde la ventana del Palacio Apostólico que mira a la plaza San Pedro y que los pontífices usan tradicionalmente para sus discursos.
A diferencia de sus predecesores, Francisco no ha utilizado el espacioso departamento tras la ventana desde que fue elegido en marzo, evitando la pompa, y prefirió vivir en aposentos pequeños en una casa de huéspedes del Vaticano.
“Todos deben estar comprometidos con la construcción de una sociedad verdaderamente justa y solidaria”, dijo a la multitud el miércoles, agradeciendo la gran cantidad de pancartas por la paz y globos azules.
Francisco inició la jornada en la Basílica de San Pedro con una misa en ocasión de la jornada mundial de la paz ante cientos de personas, entre ellos embajadores y representantes del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
El pontífice argentino envió a las iglesias de todo el mundo un mensaje para ser leído durante la jornada de la paz, el cual se centra en “la fraternidad” como arma para combatir la crisis económica y las guerras.
Fiel a su estilo sencillo y familiar, el Papa concluyó el ángelus saludando a la muchedumbre congregada en la Plaza de San Pedro bajo un sol primaveral con un “¡Buen Año y buen almuerzo!”.
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