El papa Francisco denunció hoy que la actual civilización mundial “se ha pasado de rosca” y que es tal el culto que ha hecho al dios dinero, que está excluyendo a los dos polos de la vida de los pueblos: los ancianos y los jóvenes.
El pontífice pidió a estos últimos que no se dejen excluir y a los adultos mayores que sigan enseñando y transmitiendo la sabiduría de los pueblos.
El Papa hizo estas declaraciones en el encuentro que mantuvo con unos 40,000 jóvenes argentinos que asisten en Río de Janeiro a la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), con los que se reunió en la catedral de la ciudad carioca.
En un ambiente festivo, con cánticos y vivas, Francisco les dijo que de esta JMJ espera que los muchachos “armen lío”, “lío en las diócesis” y que saquen a la Iglesia Católica a la calle.
“Que me perdonen los obispos y los curas si algunos de los jóvenes les pueden armar líos, pero ese es mi consejo”, añadió.
Francisco señaló que en el caso de los ancianos hay “un exceso de eutanasia escondida, ya que no se los cuida, pero esta eutanasia es cultural, no se les deja hablar y actuar”.
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