Seis paquistaníes que trabajaban para una campaña de vacunación contra la poliomielitis fueron asesinados a balazos en dos de las principales ciudades de Pakistán donde los insurgentes islamistas se oponen a la inmunización contra esta enfermedad viral aún endémica en el país.
En Karachi, la gran ciudad del sur del país, cuatro mujeres y un hombre murieron en diferentes sectores de la ciudad cuando administraban vacunas contra la poliomielitis, informó a la agencia AFP un responsable de la Policía, Shahid Hayat.
Los ataques tuvieron lugar desde ayer, en el primer día de una campaña de vacunación en diferentes regiones de este país musulmán de más de 180 millones de habitantes.
“Todas las víctimas son empleados del Ministerio de Salud de la provincia de Sind”, añadió este responsable que desconocía la identidad de los atacantes. “Varios religiosos ya emitieron fatuas contra la campaña de vacunación”, aclaró.
El ministro de Salud de la provincia de Sind, cuya capital es Karachi, ordenó el cese de la campaña de vacunación en la ciudad.
Una sexta persona que trabaja para la campaña contra la poliomielitis perdió la vida el martes en Mathra, a las afueras de Peshawar, una ciudad a las puertas de las zonas tribales consideradas como un santuario de los talibanes y de grupos vinculados a Al Qaeda.
Dos hombres armados abrieron fuego contra dos mujeres, una de las cuales murió, según fuentes policiales.
En Pakistán, miles de padres se niegan a vacunar a sus hijos contra la poliomielitis por la presión de algunos imanes e insurgentes.
Una de los principales causas de esa oposición fue el rumor infundado de que un médico paquistaní arrestado por colaborar con la CIA en la localización de Osama Bin Laden en 2011 trabajaba en una campaña contra la polio, aunque en realidad era contra la hepatitis.
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