El presidente de Argentina, Mauricio Macri, estuvo a cargo de un homenaje a los ex combatientes que participaron en la Guerra de las Malvinas con motivo del 34 aniversario del inicio del conflicto con el Reino Unido.
El mandatario argentino dijo, en un mensaje publicado hoy en redes sociales, que las islas Malvinas “siguen siendo inexorablemente” argentinas.
“Esas islas en el Atlántico que nos traen todos estos recuerdos siguen siendo inexorablemente nuestras: nos esperan con una paciencia continental. Nosotros volveremos”.
La presencia del mandatario en la ceremonia se dio tras su regreso de Washington D.C., en donde participó de la Cumbre de Seguridad Nuclear.
Mauricio Macri depositó una ofrenda florar en el Cenotafio, un monumento funerario construido en honor de los caídos en el conflicto, ubicado en la Plaza San Martín, en el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de las Malvinas.
En compañía de Mauricio Macri estuvieron el secretario general de la presidencia, Fernando de Andreis, el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Claudio Avruj, y un grupo de ex combatientes del conflicto armado.
SOBRE LA GUERRA DE LAS MALVINAS
Las islas Malvinas están formadas por dos grandes islas: Gran Malvina y Soledad, y unas 200 islas más pequeñas alrededor. Los habitantes del lugar se dedican a la ganadería ovina y a la producción de lana.
Fue en 1833 cuando Gran Bretaña tomó el control de las islas, luego de que cuatro años antes, Argentina instaló una comandancia policial y militar designando a Luis Vernet como gobernador-comandante de las islas. En 1892, las Malvinas adquirieron el estatuto de colonia.
Años más tarde, en diciembre 1965, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas emitió la Resolución 2065 en la que reconoció la existencia de una controversia de soberanía entre el Reino Unido y Argentina sobre las islas Malvinas por encontrarse bajo una situación de colonia.
Esta situación contravenía la Resolución 1514 la cual buscaba la eliminación de toda forma de colonialismo. Tras este pronunciamiento de la ONU, se iniciaron las negociaciones por los cancilleres de ambas naciones en 1966 para la transferencia de soberanía a las islas.
Estas, sin embargo, no llegaron a buen cauce, por lo que el 2 de abril de 1965, las Fuerzas Militares Argentinas, al mando del general Benjamín Menéndez, desembarcaron en el Puerto Stanley, la capital de la isla. Los 49 soldados ingleses a cargo del resguardo de la isla fueron capturados y llevados a Montevideo, Uruguay, junto con el gobernador inglés Rex Hunt.
Menéndez asumió la gobernación de la isla. Argentina, en ese entonces, se encontraba bajo el mando de una junta militar presidida por el teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri.
Esta situación ocasiono una grave crisis política en el gobierno de la primer ministro británica, Margaret Thatcher.
Ante el desembarco argentino, Thatcher decidió liberar las islas y con ello, al ser considerado una victoria diplomática, permitió que el Consejo de Seguridad de la ONU declarara a Argentina como “país agresor”.
Así, Reino Unido obtuvo el apoyo de Estados Unidos y los miembros de la Comunidad Económica Europea. Reino Unido atacó duramente a los soldados argentinos en la isla, provocando así la muerte de cientos. Ante la superioridad bélica, el general argentino Benjamín Menéndez ordenó la rendición el 14 de junio de 1982.
Se considera que esta derrota fue uno de los hechos que precipitó la salida del poder de la junta militar en Argentina y permitió la transición de la democracia el 30 de octubre de 1983, con la elección de Raúl Alfonsín.
Cabe precisar que varios países de la región otorgaron su apoyo a Argentina durante el conflicto. Nicaragua ofreció tropas, Venezuela la provisión de petróleo y el Perú otorgó su apoyo a través de la Fuerza Aérea con la entrega de diez aviones de guerra Mirage V.
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