Los rebeldes prorrusos alteraron las pruebas en el lugar donde se cayó el Boing 777 de Malaysia Airlines que fue derribado por un misil el último jueves, lo que puede falsear la investigación, afirmaron hoy los gobiernos de Ucrania y Malasia.
“La integridad del lugar está comprometida, hay informaciones que muestran que pruebas vitales no se han mantenido en el lugar. Las interferencias en la zona del siniestro pueden falsear la investigación”, declaró el ministro de transportes malasio Liow Tiong Lai, que viajará este sábado a Ucrania.
“No impedir tales interferencias es una traición a las vidas que se han perdido”, declaró en una rueda de prensa.
“Necesitamos tener acceso total al lugar y estar seguros de que las pruebas no han sido alteradas”, añadió el ministro. “Lo más importante ahora es averiguar quién derribó el avión. Pedimos justicia”, concluyó.
Casi al mismo tiempo, el gobierno ucraniano acusaba a los rebeldes del este del país, sospechosos de haber derribado el avión de línea malasio, de “intentar destruir, con el apoyo de Rusia, las pruebas de este crimen internacional”.
Esto dificultará el trabajo de los primeros equipos de investigación extranjeros, holandeses y malasios, que han llegado al este de Ucrania controlado por los separatistas donde se estrelló el avión el jueves por la tarde.
El vuelo MH17 de la compañía Malasia Airlines que viajaba de Amsterdam a Kuala Lumpur cayó por razones que todavía no se han esclarecido, aunque todo apunta a que fue derribado por un misil que mató a sus 298 ocupantes.
El lugar donde se estrelló se encuentra en una zona controlada por los rebeldes, cerca de la ciudad de Shajarsk. El conflicto armado entre los separatistas prorrusos, que han rechazado un alto el fuego, y el gobierno de Kiev dificulta las operaciones de investigación e identificación de cadáveres.
“Los terroristas han transportado 38 cadáveres de víctimas a la morgue de Donetsk, donde especialistas con un marcado acento ruso han declarado que les practicarían la autopsia”, indicó el gobierno en una declaración oficial.
El gobierno acusa a los rebeldes de no permitir a los órganos competentes ucranianos comenzar la investigación y de no dejar que los representantes y expertos extranjeros accedan al lugar donde se encuentran los restos del avión.
El líder de los separatistas confirmó a periodistas de la agencia AFP en Grabove que se habían llevado los cuerpos a la morgue de Donetsk. Los combatientes prorrusos impedían el acceso al perímetro del avión.
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