El líder del movimiento islamista Hamas, Khaled Meshaal, regresó hoy a la Franja de Gaza tras pasar 45 años exiliado de tierras palestinas, en una visita que muestra la creciente confianza del grupo radical luego de su reciente conflicto con Israel.
Tras pasar por el cruce fronterizo egipcio de Al Rafah, Meshaal se arrodilló para ofrecer una plegaria de agradecimiento y entonces fue saludado por decenas de funcionarios de varias facciones palestinas que lo esperaban bajo un cálido sol de diciembre.
Meshal pasará apenas 48 horas en el enclave costero y mañana asistirá a un multitudinario mitin, organizado como una conmemoración de los 25 años de la fundación de Hamas y para celebrar “la victoria palestina” tras los enfrentamientos de noviembre.
“Todos los palestinos terminarán regresando a su tierra. Khaled Meshaal vuelve tras la victoria”, dijo Mahmoud Al-Zahar, un veterano estratega de Hamas.
Meshaal, de 56 años, dejó Cisjordania cuando era un niño en 1967, y antes de hoy, nunca había puesto un pie en la mayormente aislada Gaza, que ha sido gobernada por Hamas desde una breve guerra civil con sus rivales seculares de la facción Fatah en el 2007.
Se espera que más tarde visite el hogar del fundador de Hamas, el jeque Ahmed Yassin, quien fue asesinado por Israel en el 2004, además de la casa de Ahmed Al-Jaabari, el comandante militar del movimiento que perdió la vida en un ataque aéreo israelí el mes pasado.
Israel intentó sin éxito asesinar a Meshaal en 1997 durante una misión frustrada del Mossad en Jordania. Aunque no había indicios de que pudiera ser atacado de nuevo, Hamas desplegó numerosas medidas de seguridad antes de su arribo y hombres fuertemente armados, algunos enmascarados, patrullaban la zona fronteriza.
Meshaal dirigió a Hamas desde el exilio en Damasco a partir del 2004 hasta enero de este año, cuando abandonó la capital siria debido a la represión iniciada por las fuerzas del presidente Bashar al Assad contra rebeldes suníes. Ahora divide su tiempo entre Qatar y El Cairo.
Su abrupta salida de Siria inicialmente debilitó su posición dentro de Hamas, puesto que los lazos con Damasco y Teherán le habían dado relevancia, pero aquellas relaciones fueron dañadas y sus rivales dentro de Gaza empezaron a imponer su autoridad.
Sin embargo, el líder exiliado recuperó impulso tras el conflicto de noviembre, al trabajar con Egipto para declarar un cese al fuego, y aunque dice que desea retirarse pronto, pocos esperan que concrete esos planes.
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