Un tribunal de apelaciones de Milán inhabilitó por dos años al exprimer ministro Silvio Berlusconi para participar en política tras ser hallado culpable de fraude fiscal, prolongado así la incertidumbre sobre el futuro del político que aún tiene influencia en los asuntos públicos de Italia.
El tribunal de apelaciones recibió una orden del tribunal supremo italiano de determinar la duración de la suspensión que acompaña a su condena por fraude fiscal y una pena carcelaria de cuatro años, tras admitir a la fiscalía que hubo errores en la inhabilitación original de cinco años.
Es uno de los dos procesos de inhabilitación política iniciados cuando Berlusconi perdió su apelación final en agosto por su condena de evasión fiscal y los cuatro años de cárcel. Ya que ambas prohibiciones políticas deben ser aprobadas por el Parlamento, el proceso promete ser dilatado.
Berlusconi encara ya la pérdida de su escaño senatorial debido a su condena bajo una ley del 2012 que estipula que toda persona convicta a más de dos años de cárcel no puede desempeñar o postularse a cargo público alguno por seis años. Una comisión senatorial aprobó despojarlo de su banca en el Senado, aunque queda pendiente la votación del pleno de la Cámara Alta y podría ocurrir antes de fin de año.
El abogado de Berlusconi, Nicolo Ghedini, dijo que apelará la suspensión de dos años ante el máximo tribunal penal del país. La medida podría ser inútil si entró en vigencia la prohibición de seis años.
Por ahora, el exprimer ministro de tres mandatos y su grupo centroderechista prometieron seguir respaldando al primer ministro Enrico Letta. Tras desatar una crisis gubernamental con la amenaza de retirar el apoyo de su partido al gobierno, Berlusconi cambió de opinión a último momento en una moción de censura.
Las prohibiciones políticas impedirían a Berlusconi participar en nuevas elecciones mientras duren, pero podría seguir como titular de su partido sin ocupar cargo público alguno.
Berlusconi no irá a la cárcel por fraude fiscal, ya que la pena de cuatro años ha sido reducida a uno por una amnistía de delitos cometidos antes del 2006, y al parecer el exprimer ministro pidió desempeñar servicios comunitarios en lugar de detención domiciliaria.
Berlusconi encara además una pena de 7 años de reclusión y la inhabilitación política de por vida tras ser convicto hace unos meses de tener relaciones sexuales por dinero con una menor y obligar a encubrir el delito a sus funcionarios.
Además, tiene pendientes dos apelaciones. Un tribunal de Nápoles le investiga además por presuntamente haber sobornado a un legislador para que abandonara el gobierno de centro-izquierda de Romano Prodi.
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