Un nuevo ataque armado contra una peña del Real Madrid en Irak ha causado al menos cuatro muertos y cinco heridos, cuando los aficionados se encontraban viendo la noche del sábado la final de la Champions League, que enfrentó al club blanco con el Atlético de Madrid.
Una fuente de seguridad informó hoy a Efe del ataque y añadió que las víctimas mortales tenían entre 18 y 30 años.
La agrupación de peñas del Real Madrid en Irak, que citó a un amigo de uno de los fallecidos, elevó el número de muertos a doce, según explicó en su perfil de la red social Facebook, donde también publicó fotos de las supuestas víctimas.
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La fuente oficial consultada por Efe precisó que los agresores, que se encuentran huidos, entraron en el local y dispararon de manera intensa con armas ligeras, antes de emprender la fuga.
El ataque, que tuvo lugar en la localidad de Naher al Imam, 35 kilómetros al noreste de Baquba —capital de la provincia de Diyala (este)—, no ha sido reivindicado por el momento por ninguna organización.
Sin embargo, la fuente, un oficial que pidió guardar el anonimato, apuntó al grupo terrorista Estado Islámico (EI) como posible responsable del ataque.
Según dijo, las concentraciones de jóvenes viendo partidos de fútbol son uno de los objetivos de la organización extremista.
Además, indicó que el EI aprovecha que este tipo de eventos suele coincidir con horas nocturnas en Irak para perpetrar los ataques.
Las fuerzas de seguridad se han dado cuenta de esto e intentarán coordinarse con los seguidores de los equipos que deseen seguir los partidos para ofrecerles protección, agregó la fuente.
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El oficial aseguró además que estos atentados tienen una gran cobertura informativa a nivel internacional y que, por eso, el grupo terrorista desea aprovecharse de ello.
Según la interpretación radical del islam que profesa el EI, el fútbol está prohibido porque distrae a los jóvenes, añadió la fuente.
El pasado 13 de mayo, un ataque armado, similar al de anoche, contra una cafetería donde se reunía la peña del Real Madrid de la ciudad de Balad, al norte de Bagdad, causó la muerte a otras trece personas, entre ellas diez aficionados iraquíes del club blanco.
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