Un tribunal español condenó el último martes a Greenpeace y a 16 de sus activistas a una multa de cerca de 20 mil euros (US$25 mil) por causar daños durante una protesta, en la central nuclear de Cofrentes, en España.
Los hechos juzgados se produjeron el 15 de febrero de 2011, cuando una treintena de militantes de esta ONG de defensa del medio ambiente penetraron en las instalaciones de la central nuclear, propiedad de la compañía Iberdrola.
Durante la protesta, los activistas treparon rápidamente por una de las torres de refrigeración, y escribieron con enormes letras de color negro “Peligro nuclear”. La incursión motivó una alerta de urgencia y la movilización de un centenar de miembros de la Guardia Civil.
Los miembros de Greenpeace fueron acusados de causar daños en la central, alterar el orden público y herir a dos guardias de seguridad. Sin embargo, no recibieron pena por los dos últimos cargos debido a que no hubo pruebas para condenarlos por ello.
El tribunal de Valencia absolvió de todos los cargos al fotógrafo Pedro Armestre, colaborador habitual de la AFP, que acompañó a los activistas durante la protesta.
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