Gran Bretaña es el primero en permitir la creación de embriones humanos a partir del ADN de tres personas, una técnica para impedir que las madres transmitan enfermedades degenerativas genéticas a sus bebés.
El proyecto que autoriza la controversial técnica fue aprobado el martes por la Cámara de los Lores después de haber recibido el aval hace algunos días por la Cámara de los Comunes.
El método involucra la alteración de un óvulo o embrión antes de ser transferido a una mujer, hasta ahora prohibido por la ley. Tiene el objetivo de prevenir la transmisión de defectos en la mitocondria de la madre, que puede provocar enfermedades como distrofia muscular; insuficiencia cardíaca, renal o hepática, y severa debilidad muscular.
El método probablemente solo se usará anualmente en una docena de mujeres con fallas en la mitocondria, las estructuras productoras de energía fuera del núcleo celular. Para subsanarlo, los científicos remueven el ADN del núcleo del óvulo de una futura madre y lo insertan en el óvulo de una donante del que se ha removido el ADN. Eso puede hacerse antes o después de la fertilización.
El embrión resultante adquiere el ADN de los padres pero el ADN mitocondrial de una donante. Este último representa menos del 1% de los genes del embrión.
“Este resultado cambiará la vida de muchas mujeres que padecen de enfermedad mitocondrial, dándoles la magnífica oportunidad de tener hijos saludables al remover la condición familiar y reducir el número de personas afectadas por sus efectos devastadores”, comentó Robert Meadowcroft, director ejecutivo de la Campaña sobre Distrofia Muscular, en una declaración.
Pero los críticos sostienen que la nueva técnica es intrusiva porque los cambios introducidos al embrión serán transmitidos a generaciones futuras.
El Centro de Genética y Sociedad calificó la decisión de “error histórico” que “convertirá a los niños en experimentos biológicos y ofrecerá esperanzas sumamente exageradas a mujeres en una posición desventajosa”.
El año pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos, de Estados Unidos, mantuvo una reunión para debatir la técnica, y los científicos advirtieron que podrían pasar décadas hasta determinar si es segura. Los expertos dijeron que la técnica se usa posiblemente en otros sitios, como China y Japón, pero en su mayoría sin estar sometida a una regulación.
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