El superviviente de más edad de los campos de exterminio nazis, Leopold Engleitner, falleció el pasado 21 de abril a los 107 años de edad, informó hoy un centro público austríaco que vela por la memoria histórica.
Engleitner pasó cuatro años, de 1939 a 1943, en Buchenwald, Niederhagen y Ravensbrueck, debido a su condición de testigo de Jehová, recordó el Centro de Documentación de la Resistencia Austríaca (DÖW).
Su experiencia en esos campos y el coraje con el que afrontó su situación ha sido reflejada en varios libros y documentales, en los que se subraya que incluso se negó a utilizar el obligatorio saludo nazi de “Heil Hitler”.
Nacido el 23 de julio de 1905 en la región de Aigen-Voglhub (Alta Austria), en los años treinta se unió a los Testigos de Jehová, un credo perseguido durante el nazismo.
Tras la anexión de Austria por la Alemania nazi en 1938, Engleitner no renunció a sus creencias religiosas, y además se negó a servir en el Ejército nazi o a trabajar en la fabricación de armamento. Esa actitud lo llevó a ser internado a partir de 1939.
A mediados de 1943 los nazis le permitieron abandonar el campo de concentración con la condición de aceptar un trabajo forzoso de por vida en una granja, de donde logró escapar y ocultarse en los bosques hasta que terminó la guerra.
“Su vida estuvo marcada durante largo tiempo con un gran sufrimiento, privaciones, injusticia y humillación. Siguiendo a su conciencia, continuó su camino con valentía y con la confianza de Dios”, escribió su amigo y biógrafo Bernhard Rammerstorfer en un comunicado en su página web.
Engleitner fue galardonado con la Medalla de Oro de la República de Austria, la Medalla de Plata del Estado Federado de Alta Austria y también con la Cruz de Servicio Distinguido de la República Federal de Alemania.
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