Los estudiantes de la escuela primaria Sandy Hook en Connecticut (Estados Unidos), donde el joven Adam Lanza mató a 26 alumnos y funcionarios antes de suicidarse el mes pasado, volverán a clases mañana jueves por primera vez tras la masacre, en un nuevo edificio adaptado para verse exactamente igual que el antiguo.
El colegio donde ocurrió la matanza permanece cerrado. Pero hoy las familias de los alumnos fueron invitadas a inspeccionar las instalaciones de la Chalk Hill Middle School, ubicada en la cercana ciudad de Monroe.
Dicha instalación en desuso se acondicionó para que se parezca a la anterior hasta en los cuadros de las paredes y los lápices de colores en los escritorios, informó la cadena de televisión ABC.
En un mensaje a los padres publicado en el sitio web de la escuela, la directora interina de la institución, Donna Page –quien reemplaza a la directora Dawn Hochsprung, asesinada durante el tiroteo– insistió en que “la instalación está a salvo, segura y plenamente operativa”.
Page dijo que los padres podrían permanecer en la escuela cuando reabriera para brindar apoyo a los alumnos, muchos de los cuales fueron testigos de la masacre.
“Entendemos que muchos padres pueden necesitar estar cerca de sus hijos el primer día de clases y serán bienvenidos. Dicho esto, animamos a los estudiantes a tomar el autobús a la escuela para ayudarlos a retornar a sus rutinas familiares lo más pronto posible”, escribió.
El ataque en la escuela, en el que Lanza utilizó un rifle de asalto semi automático –luego de matar a su madre en su casa– reavivó un intenso debate nacional sobre el control de armas y desembocó en la promesa del presidente Barack Obama de respaldar una ley para prohibir la tenencia de armas de tipo militar.
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