Una persona murió y 73 quedaron heridas en una explosión en una fábrica de productos químicos en el estado de Luisiana, sur de Estados Unidos, que provocó gigantes llamaradas y enormes columnas de humo negro.
El gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, confirmó el nuevo saldo en una rueda de prensa, sin especificar las posibles causas del incidente.
Unos 600 empleados se encontraban dentro de la fábrica al momento de la explosión, hacia las 9 a.m. (13:00 GMT), en la planta Williams Olefin ubicada en Geismar, un pequeño pueblo al norte de Nueva Orleans.
Habitantes de la zona dijeron a medios locales que sintieron que sus casas se remecieron por la explosión, mientras que algunos indicaron haber visto una enorme bola de fuego que se tragó una parte de la fábrica.
Las autoridades pidieron a las personas que viven a menos de tres kilómetros de la planta cerrar las ventanas de sus casas y apagar el aire acondicionado para protegerse del humo potencialmente tóxico, pero levantaran la orden unas horas después.
“No hemos detectado presencia de químicos en el aire”, dijo Jean Kelly, portavoz del departamento de calidad ambiental de Luisiana, tras una primera inspección.
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