Estados Unidos urgió el martes a China y Rusia a reaccionar con determinación para contener a Corea del Norte, luego de que Pyongyang anunciara su intención de reactivar un reactor nuclear apagado en 2007, lo cual es “una nueva indicación” de que “viola sus obligaciones internacionales”.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo a reporteros que “no es un misterio para nadie que China tiene influencia sobre Corea del Norte”.
“Lo hemos hecho en el pasado y ahora urgimos a China a usar su influencia para intentar incidir en el comportamiento de Corea del Norte. Esto también es así (en las conversaciones de Estados Unidos) con los rusos”, subrayó.
Pekín afirmó que “lamentaba” la decisión de Corea del Norte, quien indicó que iniciaba un proceso de “reajuste y reactivación” de todas sus instalaciones en el complejo nuclear de Yongbyon —paralizado en 2007—, incluyendo a una planta de enriquecimiento de uranio y de un reactor de cinco megavatios.
“Llamamos a todas las partes afectadas a permanecer en calma y dar muestras de moderación”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hong Lei.
Ante la preocupación por la escalada de tensiones entre Pyongyang y Washington mostrada hoy por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Carney comentó que el presidente estadounidense, Barack Obama, comparte su preocupación y su Administración sigue trabajando con sus aliados internacionales en el seno de las Naciones Unidas.
Un grupo de resoluciones de la ONU prohíbe a Corea del Norte cualquier actividad relacionada con todo programa atómico.
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