El compromiso de Washington y Cuba de normalizar sus relaciones fue celebrado en el mundo entero, pero ahora es el Congreso de EE.UU. el que debe decidir si pone fin al embargo de 53 años contra la isla.
Para el senador conservador Marco Rubio (de origen cubano), no quedan dudas: “El Congreso no va a levantar el embargo”. Las declaraciones de Rubio no pueden ser tomadas a la ligera, pues el Partido Republicano recuperó en noviembre la mayoría del Senado y amplió la mayoría en la Cámara de Representantes.
Inclusive, entre las filas del Partido Demócrata no faltaron críticas a la normalización de relaciones. En su mayoría, estos creen que Obama cedió mucho a cambio de pocas concesiones por parte de la isla. El senador demócrata Robert Menéndez (de origen cubano) dijo que la decisión de Obama era “equivocada” porque “no entiende la naturaleza del régimen en Cuba”. Otro senador demócrata, Eliot Rangel, expresó que prefería ver “más apertura en Cuba antes de levantar el embargo”.
En ese sentido, las acciones de rechazo anunciadas por los legisladores republicanos de Florida se unen a las reacciones de “indignación” expresadas por dirigentes del exilio, que estudian ya la convocatoria de concentraciones de protesta en Miami para el próximo fin de semana.
SABÍA QUE
- La Casa Blanca no descartó la posibilidad de una eventual e histórica visita del presidente de Cuba, Raúl Castro, a Washington.
- Hillary Clinton apoya a Obama. “Nuestra política de aislamiento solo fortaleció a los Castro”, dijo.
(Washington/Agencias)
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