El técnico informático del Vaticano, Claudio Sciarpelletti, fue condenado hoy a dos meses de prisión suspendida por su participación en el denominado escándalo ‘Vatileaks’ sobre el robo de documentos secretos del Papa.
El italiano, de 48 años, fue hallado culpable de facilitar a Paolo Gabriele, exmayordomo de Benedicto XVI, el robo de documentos que después fueron filtrados a la prensa.
La sentencia en suspenso estará vigente durante cinco años, según el juez que preside el tribunal, Giuseppe Dalla Torre. El abogado de Sciarpelletti anunció que apelará.
Gabriele cumple una sentencia de 18 meses en una prisión del Vaticano tras ser hallado culpable de robo con agravantes el mes pasado. Los medios italianos informaron esta semana que el Papa aceptó sus disculpas, lo que podría ser un indicio de que será indultado para Navidad.
La condena fue reducida de cuatro meses a dos porque Sciarpelletti no tiene antecedentes criminales y ha cooperado con los investigadores. El fallo va en línea con lo pedido por la Fiscalía, mientras que la defensa solicitaba la absolución.
El juicio contra Sciarpelletti empezó el lunes. El técnico fue arrestado el 25 de mayo y liberado bajo fianza enseguida. De hecho ha seguido trabajando en el Vaticano.
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, afirmó que es poco probable que sea despedido, pero que en cualquier caso no se tomarán medidas hasta que se agoten los procedimientos de apelación.
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