Corea del Sur y Corea del Norte cancelaron hoy unas conversaciones de alto nivel interrumpidas hace seis años y que estaban previstas para mañana y este jueves, por un desacuerdo sobre los rangos diplomáticos de los jefes de ambas delegaciones.
La oferta previa de Corea del Norte de restablecer el diálogo fue una sorpresa tras semanas de amenazas de ataque contra su vecina del sur y Estados Unidos en marzo y abril.
El ofrecimiento había llegado en momentos en que Pyongyang buscaba aparentemente reabrir los lucrativos acuerdos de negocios con Corea del Sur, mientras que Seúl intentaba componer los vínculos con su impredecible y fuertemente armado vecino.
Kim Hyung-suk, un portavoz del Ministerio de Unificación del Sur, manifestó que Corea del Norte había manifestado a Seúl que la elección de su jefe delegado para el diálogo, el vice ministro de Unificación, no era adecuada y era una “grave provocación”.
Por su parte, Seúl esperaba que Pyongyang enviase a un secretario del gobernante Partido de los Trabajadores de alto rango, un conocido asesor cercano al líder norcoreano Kim Jong-un, como indicio de que Corea del Norte tomaba seriamente el encuentro.
Pero Corea del Norte envió una nota informando que sería un burócrata relativamente desconocido quien lideraría sudelegación, indicó un portavoz del ministerio surcoreano.
El portavoz señaló que la decisión de Corea del Norte sobre su delegado era “anormal” y que la persona escogida no era un representante genuino de las autoridades norcoreanas.
“Nuestro Gobierno lamenta la posición de Corea del Norte”, dijo el portavoz surcoreano.
El desacuerdo sobre los negociadores asignados fue una reminiscencia de lo que parecen detalles menores que en encuentros previos se volvieron puntos clave que impidieron o demoraron los avances.
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