El exdirector de la CIA David Petraeus ingresó clandestinamente hoy a un salón en el sótano del Capitolio, para escapar a la multitud de periodistas y reunirse en privado con legisladores por primera vez desde que renunció por un amorío extramarital con su biógrafa.
El general retirado de cuatro estrellas habló ante los comités de Inteligencia de la Cámara de Representantes y el Senado sobre el ataque del 11 de septiembre en el consulado estadounidense en Bengasi (Libia), donde murieron el embajador Christopher Stevens y otros tres estadounidenses.
En sus descargos, Petraeus dijo que la CIA y él habían intentado dejar claro desde el principio que grupos afiliados a Al Qaeda participaron en el ataque de septiembre a la delegación diplomática estadounidense. En un principio, Washingtonn atribuyó el ataque a protestas espontáneas provocadas por un video de contenido antimusulmán La inocencia de los musulmanes.
Petraeus no habló de su relación con Paula Broadwell, excepto para decir que su salida no estuvo relacionada con el ataque en Libia. El escándalo que acabó con su carrera ha dañado a otros y ha provocado una investigación interna en la agencia de inteligencia.
El enredo hasta ahora ha alcanzado a Petraeus; al principal comandante de Estados Unidos en Afganistán, John Allen; a dos conocidos rostros vinculados con las mejores fiestas en la Florida y a un agente antiterrorismo del FBI.
Legisladores comentaron que el asunto del amorío surgió brevemente al inicio del testimonio de 90 minutos de Petraeus ante el comité de la Cámara de Representantes.
“Expresó un profundo arrepentimiento ante el comité por las circunstancias de su salida” y aseguró al Congreso que el ataque en Libia no tuvo nada que ver con su renuncia, dijo el legislador demócrata Jim Langevin.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.