El primer ministro británico, David Cameron, aseguró hoy que una eventual intervención en Siria no se puede comparar a los hechos ocurridos en Irak en el 2003, pues no se trataría de “una invasión ni tomar partido”.
Al dirigirse a los diputados al comienzo de una sesión parlamentaria de urgencia por este caso, dijo que la intervención en Siria sería “una respuesta a uno de los usos más aborrecibles de armas químicas del último siglo”.
La Cámara de los Comunes, por exigencia del Partido Laborista, esperará hasta el dictamen de los inspectores de la ONU desplegados en Siria para pronunciarse en una segunda votación sobre lo que significaría un involucramiento de Londres en el conflicto.
“Hemos aprendido lecciones de conflictos anteriores, especialmente sobre la profunda preocupación que se produjo en este país a raíz de aquello que fue mal en 2003 en Irak”, resaltó el premier británico.
El primer ministro consideró que en este caso “no hay duda de que se han utilizado armas químicas. Nadie duda seriamente sobre eso”, afirmó, aunque dijo que no existe una certeza al 100% de que la responsabilidad de los ataques sea del régimen de Bashar Al Assad.
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