Corea del Norte confirmó hoy la destitución de Jang Song-thaek, número dos del régimen que lidera su sobrino, bajo acusaciones de graves “crímenes”, lo que supone el mayor cambio político en los dos años de mandato de Kim Jong-un.
En una reunión presidida en la víspera por Kim, el Partido de los Trabajadores (PTC) lanzó graves acusaciones sobre Jang, entre ellas “consumir drogas y malgastar divisas en los casinos” o “realizar orgías a puerta cerrada en restaurantes de lujo” en el extranjero, según la agencia estatal KCNA.
En el plano político, el hasta ahora influyente Jang cometió “crímenes” contra el partido único, como “desobedecer al líder” o “vender a precios baratos los recursos del país”, según dirigentes norcoreanos citados por la agencia Efe.
El arresto de Jang, cuyo futuro podría pasar por uno de los temidos campos de trabajo del país, se escenificó en plena reunión del PTC, tal y como mostró hoy la televisión del régimen (KCTV) en unas imágenes en las que dos soldados le levantan de su asiento.
La caída en desgracia del ex número dos supone el mayor cambio político en Corea del Norte desde la muerte del anterior líder, Kim Jong-il, en diciembre de 2011, y sus consecuencias, según expertos, podrían pasar por la anulación de una incipiente tendencia reformista en este rígido Estado totalitario.
El despido de Jang por un mal manejo de la economía, corrupción, líos de faldas y consumo de drogas se produce después de que los medios de comunicación de Seúl informaron que uno de sus ayudantes solicitó asilo en Corea del Sur.
El asesor no identificado, que administraba fondos para Jang, es protegido por funcionarios surcoreanos en un lugar secreto en China, dijeron el pasado viernes la cadena de noticias por cable YTN y el periódico Kyunghyang Shinmun, citando fuentes familiarizadas con el asunto.
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