Corea del Norte consideró hoy como provocación una gigantesca instalación de luces en forma de árbol de Navidad, colocada en la frontera con Corea del Sur.
El país comunista acusó al vecino país de llevar adelante “una guerra psicológica contra la república popular”. Los medios estatales indicaron que este hecho es inaceptable y que puede desatar una disputa entre ambas regiones.
Representantes de una iglesia presbiteriana en Seúl colocaron luces en una torre de acero, ubicada en una colina de la fuertemente vigilada frontera.
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