El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, se mostraron hoy en Washington de acuerdo con imponer posibles nuevas sanciones a Rusia si Moscú sigue desestabilizando la región, pero demostraron que sus diferencias sobre la labor de espionaje de la NSA persisten.
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Obama, que se reunió en la Casa Blanca con Merkel, afirmó que sigue apostando por una solución diplomática para la crisis de Ucrania, pero amenazó a Rusia con aprobar rápidamente nuevos pasos si continúa desestabilizando la situación en la exrepública soviética.
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Merkel, que se mostró más cauta, volvió a abogar por la diplomacia como primera opción, aunque advirtió que si ésta no funciona “serán inevitables nuevas sanciones”. Alemania está firmemente determinada a recorrer el camino junto con Estados Unidos, añadió. “Depende mucho de los rusos en qué camino nos embarquemos”, destacó.
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“Espero que en el futuro Rusia valore debidamente su responsabilidad. Para ello debemos ver hechos”, advirtió Merkel.
Según la canciller, hay múltiples posilidades de encarar una nueva fase de sanciones, que ya no se dirigía –como hasta ahora– contra personas o empresas rusas, sino contra sectores económicos completos. Estados Unidos y la Unión Europea (UE) ya impusieron varias rondas de sanciones a Rusia prohibiendo la entrada a sus países a políticos y empresarios y congelando sus cuentas.
Por el momento no se detalló en qué consistirían exactamente las posibles sanciones ni cuando se impondrían. Merkel apuntó que habría que esperar las elecciones que se celebrarán en Ucrania el 25 de marzo.
Obama, por su parte, no cree que en el marco de la crisis ucraniana se vaya a producir un cese completo del suministro de gas ruso. Incluso en los peores tiempos de la Guerra Fría, el suministro energético continuó llegando a Europea desde Rusia, recordó el mandatario estadounidense.
Tras el encuentro, Obama alabó a Merkel como un “socio irrenunciable” en la Unión Europea (UE) y en el G7. “Gracias por ser un socio tan fuerte en esta cuestión”, dijo en referencia a Ucrania.
Al mismo tiempo, criticó “el atroz tratamiento” de los siete observadores militares de la Organización para la Seguridad y Cooepración en Europea (OSCE) que están siendo retenidos en el este de Ucrania.
El otro gran tema que trataron Merkel y Obama, y que quedó un poco opacado por la crisis ucraniana, es el espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, la NSA, que llegó a afectar a la propia canciller.
Según Merkel, sigue habiendo diferencias respecto de las prácticas de recopilación de datos por parte de la NSA. “Tenemos algunas dificultades que superar”, dijo, pero este tema “estará en la agenda los próximos años”.
Merkel aseguró que entre los servicios secretos alemanes y estadounidenses existe una estrecha cooperación a la que no se puede renunciar en la lucha contra el terrorismo. Pero existen distintos puntos de vista en lo que se refiere al equilibrio entre la protección de los ciudadanos de los peligros y el respeto a la libretad individual, puntualizó.
También Obama reconoció que Estados Unidos y Alemania no están todavía en la misma línea con respecto a esta cuestión. “Pero compartimos los mismos valores y las mismas preocupaciones”, destacó. El presidente aseguró querer proteger mejor a los ciudadanos de otros países de las actividades de la NSA y se mostró favorable a la transparecia y a mantener un “ciber-diálogo” con Alemania.
“Los alemanes de a pie no son el objetivo de la vigilancia actual”, prometió Obama, quien aseguró que le duele que las actividades de la NSA hayan lastrado la relación con Alemania, a la que calificó como uno de sus aliados y amigos más próximos.
La canciller también aprovechó el encuentro para defender una rápida creación de un Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la UE, que podría alentar una mayor diversificación en el sector energético, y llamó a superar las diferencias de opiniones al respecto.
“Para nosotros será muy importante llevar a cabo muy rápidamente las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio”, dijo Merkel. “Estamos firmemente convencidos de que ofrece muchas oportunidades de futuro para la Unión Europea, para Alemania y para Estados Unidos”, agregó.
Para Obama, el tratado es “clave para apoyar el empleo e impulsar las exportaciones tanto en Estados Unidos como en Eruopa”.
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