El partido de la presidente argentina Cristina Fernández impulsa dos proyectos para bajar a 16 años la edad mínima para votar y permitir a los extranjeros sufragar en dicho país.
Una de las iniciativas presentadas promueve la votación optativa de los jóvenes de entre 16 y 17 años, mientras que la otra dispone la obligatoriedad del sufragio a partir de los 16 años y habilita a votar a los extranjeros con dos años de residencia en el país.
“Tenemos medido que entre el 40% y 50% de los jóvenes dice que quiere participar. Nosotros queremos abrir ese marco para que puedan dar la discusión política, el que no tenga ganas de hacerlo que no lo haga porque va a ser voluntario”, dijo el senador del oficialismo Aníbal Fernández.
Si se aprobara la iniciativa, esta reforma permitiría el ingreso de entre 750 mil y más de un millón de votantes al padrón electoral a las próximas elecciones legislativas de 2013.
APOYO AL KIRCHNERISMO
El apoyo popular a la gestión de la mandataria bajó en los últimos meses, según señalan varios sondeos, y el respaldo de los sectores juveniles, uno de los principales bastiones políticos kirchneristas, podría sostener su espacio en el poder, señalan los analistas.
Según el especialista Roberto Bacman, la edad es una variable muy importante para el Gobierno. En las últimas elecciones, entre los más jóvenes Fernández sacó más del 60% de votos, por encima del promedio. La franja de 18 a 30 años tiene más tendencia a votar por el kirchnerismo, al igual que los nuevos votantes.
Los planes para bajar la edad de votación se dieron a conocer en medio de una polémica por actividades de la agrupación juvenil La Cámpora, simpatizantes al partido de la mandataria, en diversas escuelas.
El movimiento, liderado por el hijo de la presidenta, Máximo Kirchner, lleva adelante talleres y jornadas solidarias en escuelas, pese a las críticas de la oposición. Los integrantes también realizaron actividades en escuelas primarias de las provincias de San Juan, Jujuy y La Rioja.
“Por favor, déjenlos vivir tranquilos, y que hagan su propia experiencia histórica, que la están haciendo en un país muy diferente al que nos tocó vivir a nosotros. Hoy son jóvenes que van a pintar escuelas, que van a las cárceles, que van a los barrios, que van a militar con las armas de la democracia, de la participación; no importa cuál sea la fuerza política a la que pertenezcan”, declaró la mandataria en respuesta a las críticas.
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