El diario La Nación de Argentina dejó entrever hoy que existe una estrecha relación entre la familia presidencial y empresarios –algunos investigados por la justicia, como Lázaro Báez– orientada a la compra de hoteles y hospedajes en el sur del país.
“Los hoteles son una obsesión kirchnerista a la hora de invertir y recaudar. Esa predilección alcanza a la familia presidencial y a sus principales socios y colaboradores”, reseña dicho medio en el informe del periodista Hugo Alconada Mon.
Según la revelación, los Kirchner son dueños de tres hoteles y se aproximan a otros dos establecimientos turísticos a través de un exsecretario privado del matrimonio y un directivo de una de sus sociedades, que a su vez comparte el directorio de otro hotel con un fiel colaborador de Báez.
“Esta aparente obsesión con los hoteles se extiende al propio socio de Máximo Kirchner, Osvaldo Sanfelice, pero también a Fabián Gutiérrez, exsecretario privado de la Presidenta, y a Raúl Copetti, extesorero de las campañas electorales del kirchnerismo”, según La Nación.
El más importante de ellos es Alto Calafate, con el que ocho empresas de Báez más una financiera de Ernesto Clarens, firmaron acuerdos retroactivos y confidenciales para garantizarle el pago de más de 1000 habitaciones todos los meses, aunque no usaran esas reservas. Por esos convenios, la familia presidencial recaudó por lo menos 11 millones de pesos (casi US$1.4 millones) entre 2010 y 2011.
Al Alto Calafate se suma la hostería Las Dunas, que en El Calafate siempre se consideró propiedad de Báez, pero pertenece a los Kirchner, según informó la Casa Rosada luego de que La Nación revelara que el empresario le pagó 3.2 millones de pesos (más de US$400,000) a la familia presidencial por su “alquiler”, como figura en los registros contables del empresario.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.