La canciller alemana, Angela Merkel, considerada como una de las mujeres más poderosas del planeta, según la revista Forbes, se presentará como candidata de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en las elecciones de 2017 de Alemania , para un cuarto mandato, decisión que anunciará mañana, según una nota difundida por la agencia EFE.
La Comisión Ejecutiva de la CDU se reúne este domingo en Berlín y crece la expectativa ante la rueda de prensa que ofrecerá Merkel.
“Esperamos que Merkel diga el domingo lo que todo el mundo sabe: que liderará la CDU en las próximas elecciones”, afirmó el líder del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, y vicecanciller en la gran coalición.
Gabriel aseguró que el anuncio de la canciller alemana no alterará los planes de su partido, que todavía no ha designado candidato. Sin embargo, él es considerado como el posible rival de Merkel en los comicios previstos para septiembre del 2017.
Numerosos dirigentes conservadores han mostrado públicamente su respaldo a la continuidad de Merkel, quien mantiene a la CDU en 12 puntos por delante de los socialdemócratas en las últimas encuestas, a pesar del lógico desgaste tras once años en el poder y las críticas internas por la gestión de la crisis de los refugiados.
Desde hace meses ella reitera que anunciará su decisión “a su debido tiempo” y se esperaba que lo hiciera en diciembre, en el congreso del partido.
Pero la presión por el anuncio creció con la victoria electoral del republicano Donald Trump en Estados Unidos, pues destacados analistas la señalaron como la única opción sólida en el incierto panorama internacional y europeo, frente al auge de los populismos.
En la rueda de prensa que ofreció ayer viernes junto al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se mostró dispuesta a ejercer su responsabilidad como canciller, pero subrayó que “una persona nunca puede resolverlo toda sola” y aseguró que, afortunadamente, hay más líderes que comparten sus principios y valores.
Desde el estallido de la crisis de los refugiados en 2015, Merkel ha tenido que lidiar con infinidad de críticas, las más duras procedentes de la derecha populista de Alternativa para Alemania (AfD), pero muchas también del ala bávara de su partido, la Unión Socialcristiana (CSU), tercer socio en la gran coalición.
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