Hacía honor a su nombre. ‘La casa de los horrores’, como ahora llaman a la vivienda en Cleveland (Ohio, Estados Unidos) de Ariel Castro –el hombre secuestró durante 10 años a Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle Knight–, era un verdadero centro de tortura.
Conforme avanza la investigación policial sobre este caso, salen a la luz más datos escabrosos del cautiverio que aguantaron las tres jovencitas, siendo Knight –ahora con 32 años– la más torturada.
Ella era la mayor de las tres secuestradas y, al parecer, la más odiada por Castro. Sufrió hasta cinco abortos por la crueldad de su secuestrador, quien no la alimentaba durante dos semanas y la golpeaba en el estómago hasta que perdía al niño.
También debió ser la partera de Berry en la Navidad de 2006, quien alumbró a una niña –Jocelyn, con quien escapó del secuestro– en una piscina de plástico que Castro colocó en uno de los cuartos de su casa.
La recién nacida dejó de respirar por unos segundos y fue entonces cuando el secuestrador amenazó de muerte a Knight si no lograba revivirla. Pero ello no ocurrió porque le dio a la pequeña respiración boca a boca.
Knight es la única de las tres chicas que aún no regresa a casa. Ella está internada en un hospital recuperándose de las fracturas, heridas en la cara y sordera causadas por las palizas de Castro.
El canal WKYC dio estos detalles citando a fuentes cercanas a la investigación y mostrando parte de las declaraciones de las liberadas.
El documento revela también que Amanda logró escapar por un descuido insólito de Castro, quien no cerró con llave la puerta principal de su casa cuando salió a comprar en un local de McDonald’s en su barrio.
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