Alfredo Ferrero,Al.Mercado
aferrero@peru21.com
Antes de esta última crisis, el presidente eligió a su sucesor anticipando que sería difícil que pudiera gobernar los 4 años de su nuevo mandato. Pero la decisión de que Maduro, el actual vicepresidente, tome el poder requiere un nuevo proceso de elecciones, el cual debe ser convocado por el Congreso Nacional en los 30 días siguientes a los que Chávez deje de ser gobernante por renuncia o muerte. Venezuela sin Chávez pondrá nuevamente a prueba la unidad de la oposición, que tendrá a Capriles como principal aspirante. No es seguro que la línea de sucesión, a través de Maduro, sea respetada. El actual presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, parece tener aspiraciones también. Cualquiera que sea el gobernante post-Chávez tendrá un duro trabajo si quiere darle a este país un nuevo rumbo económico y político realizando grandes reformas con el costo que ello conlleva. Lo otro es que mantenga la línea chavista, lo que sería lamentable.
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