KABUL (EFE/AFP).– Una niña de 10 años confesó que su hermano, un comandante talibán, le ordenó llevar a cabo un ataque suicida contra un puesto de control en el sur de Afganistán.
La menor se entregó voluntariamente a las fuerzas de seguridad del puesto policial contra el que iba a atentar en el distrito de Khanishin, en la provincia de Helmand, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Interior afgano.
“(Mi hermano) me ordenó que tome una chaqueta (con explosivos) negra, que vaya al puesto de control de la Policía y que aplaste el botón. Me dijo que no me pasaría nada. Pasé por un río y decidí botar la chaqueta. Mi hermano huyó”, explicó la menor a la prensa y agregó que “como me daba miedo la reacción de mi padre –simpatizante de los talibanes–, acudí a la Policía en vez de ir a casa”, informó la agencia local AIP.
La niña reveló que todos en su familia son seguidores de los talibanes y que su hermano llegó, incluso, a retener y asesinar en su casa a un soldado afgano.
TENGA EN CUENTA
- Los talibanes han negado el uso de menores en atentados suicidas.
- Pero en marzo de 2013, en Helmand, dos niños murieron y seis resultaron heridos por la detonación de un chaleco con explosivos en lecciones de manejo y fabricación de estos.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.