Alfonso Grados,Opina.21
agrados@intercorp.com.pe
Concluye este fin de semana la primera etapa del Descentralizado para dar paso a las liguillas “par” e “impar” (no es broma, así se llaman). Claro, salvo que nuestro pintoresco torneo nos vuelva a sorprender con alguna situación hoy inimaginable, como estas recientes “perlas”:
Un partido de 7 minutos con un jugador obligado a hacer “acto de presencia” por pertenecer ya a otro club; un club grande fortalece su “proceso” contratando un DT por ¡4 meses!, señalando en el mismo acto quien será su reemplazo; los referís y sus líneas se esfuerzan en anular goles válidos y aprobar los inválidos; campos “maquillados” de verde para mejorar su look (salvo Matute que no tiene ni para la pintura); jugamos con pelotas pichangueras pero bien tatuadas con las iniciales del club para que no se pierdan; un equipo aspirante a grande convocó por enésima vez a menos de 500 espectadores (incluyendo su mascota molar).
¿Puede haber duda sobre la necesidad de reestructurar a fondo nuestro fútbol profesional? Regresemos a 14 equipos bajo el esquema de dos torneos, normemos con seriedad las contrataciones de DT’s, mejoremos la infraestructura y seguridad de los estadios y combatamos con firmeza la mediocridad de los referís, dirigentes y comisiones de justicia.
Si la FPF y la ADFP no toman el tema en serio, tendrá razón Comizzo al calificar nuestro querido Descentralizado como un torneo “chino”, o sea, casi indescifrable.
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