04.MAY Sábado, 2024
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"Subo a un auto y dejo de ser torpe"

“Acá nací, acá seguiré, acá terminaré”, nos dice Nicolás Fuchs, piloto que está a punto de ser Campeón Mundial de Rally en la categoría ‘Autos de producción’. Su meta es ganar la máxima categoría, la WRC, la de Loeb.

Foto: David Vexelman.
Foto: David Vexelman.

Nicolás Fuchs,Piloto de autos
Autoficha: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com

Su destreza en las pistas lo está llevando a conseguir el Campeonato Mundial de Rally: le lleva 48 puntos al segundo, y quedan 50 en disputa. Pero no le basta, Nicolás Fuchs quiere destronar a Sebastián Loeb. Talento tiene.

Cada vez que nos vemos tienes un nuevo logro…
Siempre digo que no hay año malo, que hay altibajos –abandonos, pérdida de algunos lugares, etcétera–, pero, para mi corta carrera en el automovilismo tengo ya muchos logros. Estoy en camino ascendente, pero me hubiera gustado empezar de más chico.

¿Cuánto te falta aprender?
Mucho. Lo bueno es que, además de correr el campeonato mundial, corro el campeonato argentino, que es muy competitivo. Esto me permite estar muchas más horas encima del auto, tener pruebas y pruebas, lo que es muy difícil.

Otra ventaja de ellos sobre ti es que conocen las pistas…
Exacto, es como si yo recién empezara. Los pilotos con los que compito fueron campeones del mundo; algunos corren estas pruebas hace 20 años, y yo, a lo mucho, estoy en el tercer o cuarto año, pero voy por buen camino.

Vienes de ganar cuatro rallys seguidos…
Tengo cuatro victorias consecutivas y un segundo lugar. Tengo bien preparado el año: cuento con un buen equipo, con un buen copiloto, con auspiciadores correctos y con toda la logística para llegar adelante. Ganar un título es una suma de estos factores y de pasión. Los comprometidos en esto debemos ser unos apasionados, tener las ganas de ser campeones del mundo. Mi equipo es español, y todos sus miembros quieren ganar, no escatiman nada, ponen todo para que el auto esté a punto. ¿El equipo o mi talento? Depende. Con un buen piloto, un buen copiloto y un buen equipo, las carreras se hacen más fáciles. Con los años he aprendido a planificar una carrera: qué llantas usar, qué prime atacar, etcétera. Mi equipo tiene mi personalidad.

Corres en la categoría de autos de producción…
Sí, donde voy primero. Manejo un Mitsubishi Lancer EVO X, el auto que uno encuentra en las tiendas, solo le cambiamos la suspensión y la seguridad. En Argentina sí corro con un prototipo, hecho para correr, no existe en la calle.

Eres un piloto dúctil…
La gente con la que trabajo dice que tengo una gran facilidad para cambiar de chip y manejar cualquier auto, que me acoplo bien, aunque en los fierros se dice que el auto hay que hacerlo para el piloto.

Mis amigos cocineros dicen que su cuchillo es la extensión de su mano, ¿qué es para ti tu auto?
Mi oficina (risas). Lo curioso es que soy muy torpe, muy descoordinado, pero me subo a un auto y dejo de serlo.

¿Cuál es tu terreno preferido?
Me gusta todo, aunque mi padre dice que prefiero las partes rápidas, que me meto al asfalto y me transformo (ríe).

¿En qué país prefieres correr?
No hay carrera fea ni carrera bonita, todas tienen su toque; en todas cambias de escenarios, de dificultades. Grecia, por ejemplo, fue un desafío porque abandoné faltando diez kilómetros y mientras iba primero… No, no me quería sacar el clavo: primero hay que correr las carreras antes de pensar en ganarlas.

Solo faltan dos fechas para que acabe el mundial y le llevas 48 puntos de ventaja al segundo: eres un seguro ganador…
(Ríe). Puede ser, voy a dar todo. Hay que acabar todas las carreras, hay que sumar puntos en todas; si abandono hago cero puntos; el que gana, 25, entonces, no hay que confiarse.

Si eres campeón este año, ¿el siguiente dejas los autos de producción y subes de categoría?
Esa es la idea, pero vamos a ver cómo vamos; hay un tema de presupuesto, de auspiciadores. Acá recibo el apoyo de Petroperú y Etna, que ha fabricado una batería especial para mí… y sí, yo aún pongo algo de plata (ríe). Para subir de categoría necesito, por lo menos, el doble de presupuesto, e incluso así iría apretado. Te cuento, en el grupo en el que corro hay pilotos que tienen el doble de presupuesto que yo.

¿Y por qué les ganas?
Por la pasión (ríe).

¿Seguirá siendo el Perú tu base de operaciones?
Acá nací, acá seguiré, acá terminaré. Ahora no tengo auto de carrera en Lima; solo hago entrenamiento físico. Este es otro de los motivos por el que corro el campeonato argentino, para no perder ritmo en el manejo. Allá la gente es fanática, va a las carreras como si fuera al estadio: con banderas, con cánticos, pintados; es más, ya tengo una gran cantidad de fanáticos (ríe).

¿Cuándo enfrentarás a Loeb?
Lo antes posible. Quiero ser campeón de la categoría principal.

Te voy a repetir esta pregunta: Cuando te despiertas, ¿en quién piensas?
En los fierros, en mi siguiente carrera; a mi novia la tengo a mi lado (ríe). Y no viaja conmigo a las carreras, me desconcentraría.

AUTOFICHA

- Aunque gané en México, Portugal, Argentina y Grecia, de lo corrido este año, me gustó el Rally de Suecia, fue un desafío… aunque haya quedado segundo.

- Corro el campeonato argentino, que es uno de los más difíciles del mundo: no hay público ni pilotos tan fierreros. Impresionan.

- Me interesa correr el Dakar, pero hoy mi objetivo es el campeonato mundial de rally, no puedo distraerme. ¿Caminos del Inca? Hoy no está en mis planes.


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