Ron con clase

Lima se está acostumbrando, poco a poco, a beber cada día mejor. Ya nos están llegando mejores vinos, destilados y licores, y las barras se vienen sofisticando. Entre nuestras preferidas están las de Astrid & Gastón, Central, Amaz, Los Delfines, el Bar Inglés del Country, PiscoBar y el Capitán Meléndez.

Pero también hay algunas que quieren ganarse un espacio en nuestra Lima sibarita y bohemia: una de ellas se ubica en Quinta Avenida, lugar recientemente remodelado y que tiene una de las barras más grandes de la ciudad.

Con un Cartavio XO en la mano buscamos a Erick Juárez Campos, su barman, para que nos preparase algunos cocteles roneros: de los cinco que nos sirvió (Wall Street Bull, Taxi Taxi, Time Square, Jherico y el mojito tradicional), los que más nos gustaron fueron el Taxi Taxi (Cartavio XO, jugo de maracuyá y aguaymanto, triple sec y jarabe de goma) y el mojito (ron, hierbabuena, azúcar, limón, hielo y soda), purita frescura y elegancia.

Luego, con tres botellas de ron Abuelo (Panamá) en las manos, nos dirigimos hacia Astrid & Gastón, donde nos recibieron, todo un lujo, tres de sus bartenders: Manuel Caycho, Carlos Melgarejo y Terry Baca.

Ellos nos prepararon travesuras como El Abuelo romero, el Abuelo apasionado, el Abuelo es-tragón, De ron-pe y raja y un mojito. Las estrellas de la noche, además del mojito, fueron el Abuelo es-tragón (ron, estragón, limón, azúcar, tumbo y hielo) y una travesura cítrica que Caycho preparó solo para nosotros con el Centuria, el top de ron Abuelo. Un lujo total.