Realizan plantones frente al Parlamento, con carteles en mano y gritando arengas en contra del ministro de Economía, Luis Castilla. Pero no son maestros, enfermeras ni médicos en huelga. Son los afiliados al Sindicato de Trabajadores del Congreso –con dirigentes de conocida orientación nacionalista– que, con la bendición del titular del Parlamento, Víctor Isla, demandan el cumplimiento del jugoso pliego que, en julio pasado, suscribieron con Daniel Abugattás. Un cuestionado acuerdo, sin precedentes congresales, que el MEF ha enviado a cuarentena, en mérito a la retahíla de gollerías económicas que contempla y que significaría un desembolso aproximado a los S/.16 millones en un periodo de dos años.
A pesar de eso, y contradiciendo la prédica del buen manejo de los recursos públicos que pregona su líder Ollanta Humala, Abugattás e Isla –que desde que asumió la conducción del Parlamento se ubica en el rubro de los “no sabe, no opina”– vienen tomando partido en favor de las “justas” reivindicaciones laborales de “sus” trabajadores. Abugattás, según revela el propio sindicato en su comunicado Nº 18, le ha informado a la ministra de Justicia que su sector no tiene competencia para dirimir sobre este tema. Isla no ha querido ser menos que su antecesor. Por eso, según nuestras fuentes, le habría recordado a Castilla que si no desembolsa los millones que se requieren para el pago de bonos extraordinarios, será pasible de una acusación constitucional. ¿Por qué el apuro? Es que, dicen por ahí, los trabajadores del Congreso, esos que ingresaron a tropel en la era Abugattás y los que llegaron después con Isla, así lo reclaman…
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