SIDNEY (AFP).– Bajo condiciones de “catástrofe”, los bomberos de Australia seguían combatiendo más de 130 incendios forestales que han obligado a los habitantes del estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado del país, a de-salojar sus viviendas.
Las llamas son avivadas por fuertes vientos y por temperaturas que llegan a los 45 grados Celsius en algunas zonas, y que han hecho recordar los incendios del año 2009.
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