SANTIAGO DE COMPOSTELA (Agencias).– El maquinista del tren rápido descarrilado en Santiago de Compostela, que dejó 78 muertos el pasado miércoles, se ha negado a declarar ante la Policía Nacional. Francisco José Garzón, que está detenido en el hospital, pasará hoy a disposición judicial y podría ser acusado de homicidio imprudente.
Las investigaciones se centran en averiguar por qué el tren Alvia que se dirigía a Ferrol desde Madrid con 218 pasajeros llegó a la curva de A Grandeira, a cuatro kilómetros de Santiago de Compostela, con exceso de velocidad. El límite fijado para ese tramo es de sólo 80 kilómetros por hora, pero el tren se descarriló a una velocidad de 190 kilómetros por hora.
Según El diario El País, el convoy frenó demasiado tarde.
“Los sistemas de alerta de la vía férrea saltaron al detectar que el tren circulaba a 190 km/h cuando no debía superar los 80”, escribió el medio.
“La alarma, según ha reconocido el propio maquinista, se activó en el cuadro de mando y él intentó frenar, sin poder evitar la tragedia”, añadió El País, que en la víspera reveló unas conversaciones entre el conductor y la estación.
“¡Voy a 190! Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia”, dijo el maquinista, según las grabaciones. Garzón está en el Hospital Clínico de Santiago de Compostela, donde el jueves fue detenido y se le leyeron sus derechos. Ya antes estaba custodiado por agentes de la Policía Judicial.
DATOS
- Entre las víctimas se ha identificado a siete extranjeros de Venezuela, Argelia, Estados Unidos, Brasil, México, República Dominicana e Italia.
- Las autoridades ya han identificado a 75 de las 78 víctimas. Aún hay más de 30 personas hospitalizadas en situación crítica.
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